Fumar aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares inexplicables en adultos jóvenes, según estudio


Un estudio revela que el tabaquismo, especialmente en grandes cantidades, está vinculado a accidentes cerebrovasculares sin causa aparente en personas menores de 50 años, con mayor impacto en hombres y personas de 45 a 49 años.
Un estudio publicado en Neurology Open Access encontró que fumar, en particular el consumo intenso, está asociado con accidentes cerebrovasculares criptogénicos (sin causa aparente) en adultos jóvenes. La investigación, que analizó a 546 personas de 18 a 49 años que sufrieron este tipo de accidente cerebrovascular, comparó sus hábitos con los de un grupo de control sin antecedentes de la enfermedad.
"El tabaquismo puede ser un factor clave en los accidentes cerebrovasculares inexplicables en personas jóvenes", explicó Phillip Ferdinand, autor principal del estudio y miembro de la Academia Americana de Neurología.
Resultados clave
Los investigadores descubrieron que el 33% de quienes sufrieron un accidente cerebrovascular inexplicable fumaban, en comparación con el 15% del grupo de control. Tras ajustar factores como el consumo de alcohol y la presión arterial, los fumadores tenían más del doble de riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular inexplicable. Este riesgo fue casi tres veces mayor en hombres y casi cuatro veces mayor en personas de 45 a 49 años.
Además, quienes fumaban el equivalente a más de 20 paquetes al año tenían más de cuatro veces el riesgo en comparación con los no fumadores. En hombres, el riesgo aumentó a casi siete veces, y en personas de 45 a 49 años, a casi cinco veces.
Implicaciones para la salud pública
Ferdinand destacó que "los esfuerzos para prevenir el tabaquismo, especialmente el consumo intenso, podrían reducir los accidentes cerebrovasculares en personas jóvenes". Sin embargo, el estudio se centró principalmente en personas de origen europeo blanco, por lo que los resultados podrían no aplicarse a otras poblaciones.
Este hallazgo subraya la importancia de reducir el tabaquismo como una estrategia clave para prevenir accidentes cerebrovasculares en adultos jóvenes, un grupo que tradicionalmente no se asocia con este tipo de riesgos.