Fragmentos de virus ancestrales en nuestro ADN son esenciales para el desarrollo embrionario humano, descubren científicos


Científicos de Stanford descubrieron que restos genéticos de virus que infectaron a nuestros antepasados hace millones de años actúan como interruptores cruciales en la formación temprana del embrión.
Fragmentos de ADN viral heredados de infecciones antiguas demostraron ser esenciales para el desarrollo embrionario humano temprano, según una investigación de la Universidad de Stanford publicada en Nature. El estudio reveló que estos restos genéticos, que constituyen hasta el 9% de nuestro genoma, actúan como "encendedores" para una nueva vida humana al regular procesos fundamentales en la formación del embrión.
Genes virales que organizan el desarrollo
Los investigadores utilizaron modelos embrionarios en 3D para analizar el papel de los retrovisores endógenos LTR5Hs, que aparecieron en nuestro linaje hace aproximadamente 5 millones de años. Cuando desactivaron estos genes virales, el modelo embrionario se convirtió en un cúmulo desorganizado de células o murió, específicamente afectando la formación de la capa media del blastocisto.
Según reportó Science Alert, la bióloga Raquel Fueyo y su equipo descubrieron que "la actividad de [LTR5Hs] es necesaria para la formación del blastoide y la identidad de linaje". Estos elementos reguladores aumentan la expresión del gen ZNF729, crucial para la multiplicación de células madre y la determinación de identidad celular. Una baja expresión de ZNF729 provocó que toda una capa del tejido embrionario se formara incorrectamente.
El estudio sugiere que la incorporación de estos elementos virales otorgó a nuestros ancestros una ventaja evolutiva significativa, haciendo que ciertos procesos de desarrollo fueran más eficientes. "Muchas de las inserciones genómicas de LTR5Hs en el genoma humano son exclusivas de nuestra propia especie", destacaron los investigadores, explicando cómo elementos genéticos relativamente recientes en términos evolutivos se volvieron esenciales para nuestro desarrollo.