Exposición a múltiples pesticidas aumenta riesgos en el embarazo, revela estudio


Una investigación en Argentina encontró que las mujeres expuestas a mezclas de pesticidas tuvieron más complicaciones gestacionales, especialmente en zonas rurales, poniendo en duda los actuales protocolos de seguridad.
La exposición simultánea a varios pesticidas elevó el riesgo de complicaciones durante el embarazo, según un estudio de la Universidad Nacional del Litoral en Argentina publicado recientemente. La investigación analizó a 90 mujeres embarazadas en la región agrícola de Santa Fe, donde detectaron hasta 40 pesticidas distintos en muestras de orina.
"El 64% de las mujeres tenía múltiples pesticidas en su organismo, y un 34% presentó problemas gestacionales", destacaron los autores. Las residentes rurales enfrentaron el doble de riesgo que las urbanas, vinculado a su mayor exposición a mezclas químicas.
Un problema global con regulaciones limitadas
El estudio mostró que los fungicidas triazoles, usados en cultivos como soya y trigo, aparecieron con más frecuencia en mujeres con complicaciones como hipertensión gestacional o retraso en el crecimiento fetal. "Estos compuestos tienen evidencia de toxicidad reproductiva, pero su regulación sigue siendo insuficiente", advirtió el equipo, según reportó The Guardian.
Aunque el estudio se centró en Argentina, el problema trasciende fronteras: en EE.UU., el uso de triazoles se cuadruplicó entre 2006 y 2016. Nathan Donley, experto del Centro para la Diversidad Biológica, alertó que "las mezclas de pesticidas son la norma, pero desconocemos sus efectos combinados en la salud humana".
Los hallazgos cuestionan los sistemas de evaluación actuales, que analizan sustancias de forma aislada. Los investigadores urgieron a ampliar el biomonitoreo y adoptar un enfoque precautorio, especialmente en comunidades agrícolas. "Necesitamos protocolos que consideren la exposición real, no teórica", concluyeron.
Con muestras aún pequeñas, el estudio subrayó una brecha crítica en la seguridad alimentaria y ambiental. Mientras las regulaciones no evolucionen, millones de personas, especialmente embarazadas, seguirán expuestas a riesgos invisibles pero potencialmente devastadores.