Estudio global revela crisis de salud mental en enfermeras tras la pandemia de COVID-19
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Una investigación en 35 países muestra que las enfermeras enfrentan altos niveles de ansiedad, depresión y agotamiento, con un 48% reportando agresiones del público y un 24% recibiendo apoyo adecuado de sus empleadores.
La pandemia de COVID-19 dejó una huella profunda en el personal de enfermería a nivel mundial. Un estudio publicado en la revista International Nursing Review, que encuestó a 9,387 enfermeras de 35 países, revela que entre el 23% y el 61% experimentaron ansiedad y depresión tras tres años de condiciones laborales extremas.
Agotamiento y violencia laboral
Los resultados muestran que 57% de las enfermeras reportaron cansancio extremo, 44% ansiedad y 41% sentirse abrumadas en el trabajo. Además, 48% sufrieron agresiones del público debido a su rol como enfermeras, un hallazgo que Allison Squires, autora principal del estudio, calificó como "extremadamente preocupante".
Las pérdidas personales también agravaron la situación: 20% perdió a un familiar, 35% a un amigo y 34% a un compañero de trabajo por COVID-19. "Estas pérdidas no deben subestimarse", advirtieron los investigadores.
Falta de apoyo y autocuidado
Solo 24% de las enfermeras recibieron servicios adecuados de salud mental de sus empleadores, lo que llevó a muchas a recurrir al autocuidado. "Aunque el autocuidado ayuda, no resuelve el problema. Necesitamos apoyo accesible y específico", afirmó Squires.
Pamela Cipriano, presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras, destacó la urgencia de invertir en la profesión: "La escasez global de enfermeras empeorará si no mejoramos las condiciones laborales y los salarios. Invertir en enfermería no solo ahorra dinero, sino que salva vidas".
Este estudio subraya la necesidad de cambios estructurales en los sistemas de salud para proteger a quienes cuidan de nosotros.