Esta especie de pulpo envenena a su pareja durante el apareamiento para no ser devorado

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José Ferrada 14-03-2025

Un estudio revela que estos pequeños cefalópodos inyectan una neurotoxina a las hembras para inmovilizarlas y asegurar la cópula, evitando el canibalismo sexual.


Los pulpos de líneas azules macho han desarrollado una estrategia extrema para sobrevivir al apareamiento: inyectar veneno a las hembras para evitar ser devorados. Según un estudio publicado en la revista Current Biology, estos cefalópodos utilizan una potente neurotoxina llamada tetrodotoxina para paralizar a sus compañeras durante la cópula.


El pulpo de líneas azules, conocido por su peligroso veneno, habita en arrecifes poco profundos y pozas intermareales. Las hembras, que son dos a cinco veces más grandes que los machos, representan una amenaza durante el apareamiento, especialmente porque necesitan mucha energía para cuidar de sus huevos. “El canibalismo sexual es muy común en los cefalópodos”, explicó el Dr. Wen-Sung Chung, autor principal del estudio.


Una estrategia de supervivencia


Los machos utilizan un brazo especializado, llamado hectocótilo, para transferir esperma a la hembra. Sin embargo, al no poder mantener una distancia segura durante la cópula, recurren a una mordida precisa que inyecta el veneno en la aorta de la hembra. “El apareamiento termina cuando las hembras recuperan el control de sus brazos y apartan a los machos”, detalló Chung, según reportó The Guardian.


Las hembras, inmovilizadas por la tetrodotoxina, dejan de respirar temporalmente y se vuelven pálidas, pero no mueren. Al día siguiente, se alimentan con normalidad, lo que sugiere cierta resistencia al veneno.


Una carrera armamentista evolutiva


Este comportamiento refleja una “carrera armamentista evolutiva” entre los sexos, donde los machos desarrollaron una estrategia para asegurar la transmisión de sus genes. “Las hembras se volvieron más grandes y fuertes, por lo que los machos necesitaron adaptarse”, explicó Chung.


Los pulpos de líneas azules, como la mayoría de los cefalópodos, son semélparos, lo que significa que mueren después de reproducirse. Los machos fallecen poco después del apareamiento, mientras que las hembras lo hacen tras el nacimiento de las crías.