Empleados de la NASA alertan sobre riesgos en vuelos espaciales por cambios bajo administración Trump


Científicos denuncian en la "Declaración Voyager" que recortes y alteraciones en protocolos de seguridad comprometen misiones tripuladas y el liderazgo espacial estadounidense.
(CNN) - Un grupo de 287 científicos y empleados actuales y anteriores de la NASA publicó el 23 de julio de 2024 la Declaración Voyager, un documento que advirtió sobre recortes presupuestarios "indiscriminados" y una "cultura de silencio" que amenazan la seguridad de los astronautas. Dirigida al administrador interino Sean Duffy —nombrado el 9 de julio tras la salida abrupta de Janet Petro—, la carta reunió 131 firmas públicas y 156 anónimas, incluidas 55 de trabajadores en activo. Horas después, Makenzie Lystrup, directora del Centro Goddard, presentó su renuncia sin explicaciones.
La carta destacó cambios "catastróficos" en seis meses, criticando especialmente modificaciones a la Autoridad Técnica: el sistema de seguridad creado tras el desastre del Columbia (2003) que permite a empleados reportar fallos fuera de su cadena de mando. "Estos ajustes deben hacerse solo para mejorar la seguridad, no por recortes", señaló el texto. Una fuente anónima de Goddard calificó la medida como "una perspectiva aterradora para vuelos tripulados".
El desmantelamiento silencioso
Junto con los recortes —que incluyen propuestas para reducir a la mitad el presupuesto científico—, los firmantes rechazaron la eliminación de programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEIA). Grupos de apoyo a minorías se disolvieron y se retiraron compromisos simbólicos, como la promesa de llevar a la primera mujer y persona racializada a la Luna. "La inclusión produce mejor ciencia", afirmó un empleado bajo anonimato, añadiendo que estas políticas "establecieron el tono para la destrucción venidera".
La declaración también alertó sobre el cierre prematuro de proyectos con financiamiento del Congreso, como la estación espacial Lunar Gateway (desarrollada con aliados internacionales), y el desmantelamiento de instalaciones clave. "Están desarmando una sala limpia operativa pese a que el Congreso podría mantener su financiación", reveló un técnico. Hasta 3.000 empleados aceptaron renuncias incentivadas, mientras la reestructuración interna avanzaba sin transparencia.
En respuesta, la portavoz Bethany Stevens aseguró que "la NASA nunca comprometerá la seguridad", atribuyendo las críticas a "un sitio web con principios radicales DEIA". Sin embargo, Garrett Reisman, exastronauta y firmante, contradijo: "Esta administración no hace las cosas eficientes: las elimina". La tensión refleja un patrón federal: 140 empleados de la EPA suspendidos tras una carta similar, y protestas en los NIH contra la "politización de la ciencia".