La NASA estudiará los efectos de las ondas de radio fugitivas de la Tierra en el espacio

La agencia espacial lanzará un cohete de sondeo suborbital para medir cómo las ondas VLF se escapan de nuestro planeta e interactúan con los electrones del cinturón de Van Allen.
A simple vista, el espacio para ser un lugar muy amplio y vacío. Sin embargo, al mirarlo con un espectro electromagnético, se puede observar lo lleno que está de todo tipo de radiación proveniente del Sol, los planetas e incluso la Tierra.
Esta interacción de radiación contribuye a lo que conocemos como “clima espacial”, el responsable de causar todo tipo de problemas con los dispotivios electrónicos en el espacio o en la superficie de nuestro planeta.
Un ejemplo de ello son las señales de radio de muy baja frecuencia (VLF), estas ondas son producidas de forma natural por los rayos, pero también se utilizan como un método de comunicación con los submarinos, mientras están sumergidos.
Durante el día, la capa de la atmosfera -la ionosfera– es lo suficientemente densa como tratar los VLF, pero por la noche es menos densa y algunas de estas ondas se pueden filtrar siguiendo las líneas magnéticas de la fuerza.
Esto representa un potencial problema, ya que estas ondas pueden interactuar con los electrones en los cinturones de radiación de Van Allen que rodea nuestro planeta, y producir intensas fluctuaciones de electrones energéticos en altitudes que van desde los 23 mil a 37.800 km, una altitud en que órbita los satelitelites GPS y geosincrónicos.
Ilustración del Cinturón de Van Allen. Crédito: NASA
Estudio de la NASA
Para obtener más información sobre esto, la NASA señaló en su pagina web que el próximo miércoles el cohete Terrier -de dos etapas- despegara desde Wallops Flight Facility, en Estados Unidos. Donde se elevará a una altitud de 151 km y tomará medidas en el rango de VLF antes de caer en algún lugar del Océano Atlántico.
“Si bien tenemos buenos modelos de qué esperar en tales regiones, las mediciones reales son clave para precisar los detalles de esos modelos, así como para desarrollar los instrumentos necesarios para explorar regiones más desafiantes“, señaló el Dr. John Bonnel, investigador principal del proyecto de la Universidad de California.
Las estaciones terrestres en Maunem Carolina del Norte, Georgia, Colorado, Virginia, entre otros, tomaran sus propias medidas para compararlo con los datos recopilados por el cohete.
Desde la agencia espacial espera que estos nuevos datos ayuden a validar los modelos existentes de los campos electromagnéticos y la ionefesra. Además, la misión será transmitida en vivo desde el sitio web de Wallops IBM.