Con datos obtenidos en Chile: Astrónomos detectan 70 planetas errantes que no orbitan una estrella
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Los planetas errantes poseen una masa similar a la de Júpiter y se encuentran situados entre las constelaciones de Escorpio y Ofiuco. Su detección podrá ayudar a comprender cómo se forman estos objetos.
Para la comunidad científica, los planetas errantes solo tienen dos orígenes: se formaron a partir de un colapso de una nube de gas pequeña que desencadenó la formación de estrellas o fueron literalmente expulsados de su sistema anfitrión.
Si bien aún no se descifra cómo esto ocurre, para agregar misterio a las hipótesis, astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Alemania, anunciaron la detección de al menos 70 nuevos planetas “rebeldes” que se encuentran deambulando libremente sin orbitar a una estrella.
Para el equipo, esto es un descubrimiento sin precedentes, ya que al ser un planeta errante, es completamente difícil poder detectarlo: son esquivos y se mueven lejos de cualquier estrella que los pueda iluminar.
El tenue resplandor rojo es un planeta errante. Crédito:
ESO/M. Kornmesser
Sin embargo, el equipo aprovechó de utilizar el brillo producido a los pocos millones de años posteriores de su formación. Así, pueden ser detectados por las sensibles cámaras de los telescopios. Se trata de datos obtenidos desde el espacio y la Tierra durante 20 años.
Ubicados entre las constelaciones Escorpio y Ofiuco, formación estelar cercana a nuestro Sol, se logró detectar al menos 70 nuevos planetas errantes que poseen una masa casi similar a la de Júpiter.
Para detectarlos, utilizaron las observaciones registradas por 4 observatorios ubicados en nuestro país, los telescopios de ESO: Very Large Telescope (VLT), VISTA (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy), VST (VLT Survey Telescope) y el telescopio MPG/ESO. Junto a observaciones de otras instalaciones.
Ubicación de los planetas errantes. Crédito:
ESO/M. Kornmesser
“Utilizamos decenas de miles de imágenes de amplio campo obtenidas con las instalaciones de ESO, correspondientes a cientos de horas de observaciones y literalmente decenas de terabytes de datos”, indicó Hervé Bouy, astrónomo del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos y líder de proyecto de esta investigación, en un comunicado.
Estos nuevos datos podrán ayudar a los astrónomos a comprender cómo se forman estos objetos sin la necesidad de poseer una estrella anfitriona.
La investigación fue publicada en la revista Nature Astronomy.