Descubren dos galaxias: Astrónomos chilenos formaron parte de la investigación
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Este hallazgo fue posible gracias al observatorio ALMA, uno de los radio observatorios más grandes y poderosos de la Tierra. La investigación completa fue publicada en la prestigiosa revista científica Nature.
Un equipo internacional de investigadores, incluidos los astrónomos chilenos Valentino González y Manuel Aravena, descubrió dos galaxias previamente desconocidas que existieron en un período del universo cercano al Big Bang.
Los expertos detallaron que estas galaxias no son visibles en las longitudes de onda de luz ultravioleta u óptica y están casi completamente oscurecidas por el polvo cósmico. “Fue gracias al radio observatorio ALMA, con sus sofisticados equipos, que pudimos descubrirlas”, dijo González en un comunicado.
“Estas nuevas galaxias se perdieron no porque sean raras, sino solo porque están completamente oscurecidas por el polvo”, añadió Yoshinobu Fudamoto, astrónomo de la Universidad de Waseda y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ).
El polvo cósmico es un conjunto de partículas formadas por diversos compuestos químicos y está presente en casi todas las galaxias. Sin embargo, es poco común encontrar galaxias polvorientas en los inicios del Universo, es decir, a menos de mil millones de años después del Big Bang.
El hecho de que se descubrieran dos galaxias asombró a los astrónomos. “Esto abre la pregunta sobre cuántas más andan por ahí ocultas (…) Además, nos abre la interrogante respecto a cómo fue que estas galaxias acumularon tanto polvo en tan poco tiempo”, explicó González.
Este hallazgo fue posible gracias al observatorio ALMA, uno de los radio observatorios más grandes y poderosos de la Tierra. González detalló que se encontraban estudiando una galaxia ya conocida, cuando inesperadamente “nos dimos cuenta de que había otras muy cercanas que no habían sido detectadas”.
Junto a Valentino González también participaron el astrónomo de la Universidad Diego Portales, Manuel Aravena, además de otros ocho especialistas de universidades de Europa y Estados Unidos. Los detalles del estudio se publicaron en la revista científica Nature.