El sueño irregular aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares

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José Ferrada 27-11-2024
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Un estudio concluye que variar los horarios de sueño incrementa un 26% la probabilidad de sufrir accidentes cerebrovasculares, infartos y fallos cardíacos, incluso si se duerme lo suficiente.


No mantener un horario constante para acostarse y levantarse puede tener graves consecuencias para la salud cardiovascular, según el estudio más completo realizado hasta la fecha.


Aunque se recomienda dormir entre siete y nueve horas por noche, este nuevo análisis subraya la importancia de los patrones de sueño regulares.

El estudio, publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health, analizó los hábitos de sueño de 72.269 personas entre 40 y 79 años del UK Biobank. Los resultados muestran que el sueño irregular —definido como variar constantemente los horarios para acostarse y levantarse— está “fuertemente asociado” con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos importantes.


La importancia de un horario constante

Jean-Philippe Chaput, autor principal del estudio y académico de la Universidad de Ottawa, enfatizó en conversación con The Guardian que la consistencia es clave: “Deberíamos despertarnos y acostarnos dentro de los 30 minutos del mismo horario cada día, incluidos los fines de semana. Variaciones superiores a una hora se consideran sueño irregular y pueden tener impactos negativos en la salud”.

Chaput destacó que levantarse a la misma hora cada día es más importante que mantener una hora fija para acostarse. Si necesitas recuperar sueño perdido durante la semana, ir a la cama más temprano es preferible a dormir hasta tarde.


Impacto medido con precisión

Los participantes llevaron un monitor de actividad durante siete días para registrar sus patrones de sueño. Los expertos calcularon un índice de regularidad del sueño (SRI), clasificando a los individuos en tres grupos: sueño irregular, moderadamente irregular o regular.

Tras ocho años de seguimiento, los resultados mostraron que los participantes con sueño irregular tenían un 26% más de probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares graves, independientemente de si dormían la cantidad recomendada.

Aunque el estudio es observacional y no establece causalidad directa, sugiere que la regularidad en los patrones de sueño podría ser más relevante para la salud cardiovascular que la duración del sueño por sí sola.