El sonido de la R es "duro" y de la L es "suave" para gran parte de la humanidad, afirma estudio
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Un estudio con más de 1,000 participantes sugiere que la asociación entre sonidos y texturas es más universal que el famoso efecto bouba/kiki.
Un nuevo estudio publicado en el Journal of the Acoustical Society of America revela que los sonidos del habla podrían evocar texturas y formas específicas en la mente humana. Según la investigación de la Universidad de Birmingham, el sonido de la R vibrante se asocia con texturas ásperas e irregulares, mientras que la L evoca suavidad y formas planas.
Un fenómeno universal entre culturas
El estudio, que incluyó a 1,030 hablantes de 28 idiomas, mostró que la conexión entre la R vibrante y las texturas ásperas es notablemente consistente entre diferentes culturas. Los participantes escucharon grabaciones de estos sonidos y los asociaron con imágenes de líneas rectas o irregulares. Los resultados indicaron que el 94% vinculó la R con la línea rugosa, mientras que el 84% relacionó la L con la recta.
Incluso hablantes de idiomas sin R vibrante, como mandarín y japonés, mostraron un alto grado de coincidencia. Esto sugiere que la percepción de estos sonidos no depende del idioma materno, sino de una relación casi universal entre el habla y las sensaciones táctiles y visuales.
Más allá del efecto bouba/kiki
Los investigadores comparan este hallazgo con el efecto bouba/kiki, que asocia palabras como "bouba" con formas redondeadas y "kiki" con formas angulosas. Sin embargo, el vínculo entre R y L con texturas parece ser más fuerte y universal.
Bodo Winter, coautor del estudio, destacó que esta correspondencia podría haber influido en la evolución del lenguaje, moldeando las palabras que usamos para describir texturas. Los resultados, según los expertos, son un ejemplo poderoso de simbolismo sonoro, mostrando cómo el lenguaje puede reflejar la experiencia sensorial humana.