El secreto regenerativo de los axolotes: Cómo su ADN podría revolucionar la medicina humana

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José Ferrada 16-06-2025

Científicos descubrieron que el ácido retinoico, una molécula clave en tratamientos antiacné, es la señal que permite a estos anfibios regenerar extremidades completas. El hallazgo abre nuevas vías para terapias génicas en humanos.


(CNN) - Un pequeño anfibio mexicano, el axolote, podría guardar el secreto para revolucionar la medicina regenerativa. Investigadores de la Universidad Northeastern descubrieron que el ácido retinoico, sustancia presente en productos dermatológicos como el retinol, es la molécula que indica a las células de estos animales cómo y qué regenerar tras una amputación.


El estudio, publicado en Nature Communications, reveló detalles clave sobre un mecanismo que los humanos perdieron durante su desarrollo embrionario.


El interruptor molecular de la regeneración


Para entender el proceso, los científicos modificaron genéticamente axolotes para que sus células brillaran con fluorescencia verde al activarse el ácido retinoico. Cuando bloquearon la enzima CYP26B1, encargada de degradar esta molécula, ocurrió algo sorprendente: las extremidades se regeneraron de forma descontrolada, convirtiendo una mano amputada en un brazo completo.


"Esto demuestra que el cuerpo del axolote no solo produce ácido retinoico, sino que lo regula con precisión para reconstruir solo lo necesario", explicó James Monaghan, autor principal del estudio. En humanos, esta capacidad desaparece antes del nacimiento: nuestras células lesionadas forman cicatrices en lugar de tejidos nuevos.


Hacia terapias génicas sin cicatrices


Aunque regenerar extremidades humanas sigue siendo un desafío, el hallazgo sugiere que reactivar genes dormidos podría mejorar la curación de heridas. Tecnologías como CRISPR permitirían editar el ADN para imitar el proceso de los axolotes, donde las células lesionadas retroceden a un estado embrionario antes de regenerarse.


"El siguiente paso es identificar qué genes exactos activa el ácido retinoico", adelantó Monaghan. Mientras tanto, investigadores como Catherine McCusker, de la Universidad de Massachusetts, exploran cómo acelerar la regeneración: "Si un axolote tarda días en recuperar una extremidad, en humanos podría llevar años, pero cada avance nos acerca a terapias imposibles hace una década".