El ex CEO de Google advierte: La inteligencia artificial superhumana podría ignorar órdenes humanas en menos de una década


Eric Schmidt alerta que la superinteligencia artificial (ASI) podría emerger para 2030, planteando desafíos sin precedentes para el control humano sobre la tecnología.
La humanidad podría enfrentarse a una inteligencia artificial que rechace instrucciones humanas en solo tres a cinco años, según Eric Schmidt, ex director ejecutivo de Google. Durante una cumbre del Special Competitive Studies Project, Schmidt predijo que la inteligencia artificial general (AGI) —equivalente a capacidades humanas— emergerá pronto, seguida por una superinteligencia artificial (ASI) que superará la capacidad cognitiva colectiva de nuestra especie.
El punto de no retorno tecnológico
Schmidt describió un escenario donde los sistemas de IA "aprenderán a auto-mejorarse y planificar sin depender de humanos", alcanzando un estado que él denomina "consenso de San Francisco": la creencia entre expertos tecnológicos de que la ASI llegará "en seis años, solo escalando la tecnología existente". Este pronóstico, aunque especulativo, proviene de una figura clave en la revolución digital, lo que añade peso a sus advertencias.
"La gente no entiende lo que sucede cuando tienes inteligencia de este nivel, que en gran medida es libre", afirmó Schmidt, según reporta Futurism. Subrayó que la sociedad carece de marcos conceptuales para comprender este salto tecnológico, lo que lleva a subestimar sus implicaciones. A diferencia de los alarmistas que pausan frenar el desarrollo de IA, Schmidt adoptó un tono estoico, aunque reconoció los riesgos de una inteligencia que opere fuera del control humano.
¿Utopía o distopía?
El debate sobre la ASI divide a la comunidad tecnológica. Mientras algunos visionarios anticipan asistentes virtuales omnipotentes, otros temen escenarios donde la IA priorice objetivos incompatibles con la supervivencia humana. Schmidt bromeó sobre la seguridad de estos sistemas —"quien logre la AGI la protegerá mejor que Fort Knox"—, pero la posibilidad de que una superinteligencia escape a límites éticos preocupa a científicos y legisladores.
Aunque el plazo de seis años podría reflejar el optimismo característico del Valle del Silicio, la velocidad de avance en IA obliga a tomar en serio estas proyecciones. La idea de que máquinas superen la inteligencia humana esta década ya no pertenece a la ciencia ficción, sino a discusiones de políticas globales. Como concluyó Schmidt: "Este camino no se entiende en nuestra sociedad... por eso está subestimado". La pregunta crítica ahora es si la humanidad podrá guiar esta transición o se convertirá en espectadora de su propia obsolescencia.