El ejercicio regular podría reducir el riesgo de demencia incluso en personas con predisposición genética
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Un estudio revela que mantener una buena aptitud cardiorrespiratoria puede retrasar la aparición de la enfermedad hasta en 18 meses y disminuir el riesgo en un 35%.
Un estilo de vida activo no solo mejora la salud general, sino que también podría ser clave para reducir el riesgo de demencia, incluso en quienes tienen una predisposición genética a la enfermedad, según un estudio del Instituto Karolinska en Suecia.
La investigación, publicada en el British Journal of Sports Medicine, analizó a más de 61,000 personas entre 39 y 70 años, revelando que quienes mostraban una mayor aptitud cardiorrespiratoria (CRF) tenían un menor riesgo de desarrollar demencia y un retraso en su aparición de hasta 1.5 años.
Ejercicio y salud cerebral
El estudio destacó que el ejercicio regular no solo beneficia a quienes tienen bajo riesgo genético. Según los datos, un alto nivel de CRF puede reducir el impacto de la predisposición genética a la demencia en un 35%. Para evaluar este vínculo, los participantes fueron sometidos a pruebas físicas y cognitivas, además de análisis genéticos.
Aunque los hallazgos son observacionales y no prueban una relación causal, los investigadores sugieren que la actividad física podría ser una estrategia preventiva eficaz contra la demencia.
Un llamado a la prevención
Expertos en salud, como el Dr. Richard Oakley de la Alzheimer’s Society, subrayaron que estos resultados refuerzan la importancia de adoptar hábitos saludables, como no fumar, evitar el alcohol en exceso y mantenerse físicamente activo.
Además, organizaciones como Alzheimer’s Research UK señalaron que factores como el aislamiento social, la depresión y la contaminación del aire también influyen en el riesgo de desarrollar demencia.
“Es necesario seguir investigando, pero estos resultados son un recordatorio de que la salud física y cerebral están profundamente conectadas”, concluyó el equipo de investigación.