El apagón que dejó a Chile a oscuras: Ministro de Energía explica las fallas y responsabilidades del sistema eléctrico
Diego Pardow, titular de Energía, analizó en CNN Chile el colapso del sistema eléctrico que afectó a gran parte del país, señalando problemas de gestión y la necesidad de un diagnóstico claro antes de implementar soluciones.
El mayor apagón en la historia de Chile, ocurrido la semana pasada, dejó al país en vilo y expuso graves deficiencias en el sistema eléctrico nacional. En una entrevista en el programa Futuro 360 de CNN Chile, el ministro de Energía, Diego Pardow, detalló los factores que llevaron a este colapso y las responsabilidades detrás de la falla. "Falló toda la cadena", afirmó Pardow, refiriéndose a la secuencia de eventos que comenzó con una falla en la línea de transmisión de ISA Interchile y se propagó por toda la red, dejando a millones de chilenos sin electricidad durante horas.
El ministro explicó que el problema no fue causado por un evento externo impredecible, como un terremoto o un desastre natural, sino por "problemas de gestión" en la operación del sistema. Aunque el Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) contaba con un plan de defensa frente a contingencias extremas, este no logró evitar la propagación de la falla. Además, el sistema de recuperación del servicio falló en tres intentos antes de restablecer la energía, lo que agravó la situación.
Responsabilidades y fiscalización
Pardow aclaró que la responsabilidad del sistema eléctrico recae en múltiples actores. El CEN, un organismo técnico independiente, es el encargado de diseñar y supervisar los planes de contingencia y recuperación. Sin embargo, "el servicio que recibimos no es aceptable", admitió el ministro, destacando que los consumidores pagan por un sistema que no cumplió con las expectativas de seguridad y eficiencia.
Las empresas también están bajo la lupa. ISA Interchile, responsable de la línea donde se originó la falla, había recibido advertencias desde 2018 sobre los riesgos en ese punto específico. A pesar de ello, las obras recomendadas para prevenir una falla no se realizaron. Pardow aclaró que estos costos no los asume la empresa, sino que son financiados por los consumidores a través de tarifas eléctricas.
Uno de los puntos críticos es la falta de fiscalización preventiva. El sistema chileno depende en gran medida del autorreporte de las empresas, lo que ha llevado a inconsistencias en la información. Por ejemplo, durante el apagón, algunas centrales de generación no pudieron reactivarse a tiempo, lo que generó versiones contradictorias entre las empresas y el CEN.
¿Necesitamos más líneas de transmisión?
Aunque algunos han sugerido que la falta de infraestructura, como la línea Quimalo-Aguirre, contribuyó al apagón, Pardow descartó esta posibilidad. "Todo indica que fue un problema de gestión, no de inversión", explicó. Sin embargo, destacó que proyectos como Quimalo-Aguirre son esenciales para aprovechar la energía renovable del norte y sur del país, lo que podría reducir costos y mejorar la eficiencia del sistema.
El gobierno también impulsa una reforma legislativa para agilizar los permisos de construcción de líneas de transmisión, reduciendo los plazos en un 25%. Pardow hizo un llamado a la oposición para apoyar esta iniciativa, que podría acelerar la modernización del sistema eléctrico.
Un diagnóstico claro antes de las soluciones
Mientras tanto, la investigación sobre el apagón continúa. Pardow advirtió que el proceso podría tomar meses, siguiendo el ejemplo de Brasil, donde un evento similar en 2023 requirió tres meses de análisis. "Necesitamos un diagnóstico claro antes de proponer soluciones", concluyó el ministro, subrayando la importancia de aprender de este evento para evitar futuros colapsos.
El apagón no solo dejó a Chile sin luz, sino que también iluminó las grietas en un sistema que, pese a su costo, no cumplió con las expectativas de seguridad y eficiencia que los ciudadanos merecen.