EE.UU. pierde terreno frente a China en la carrera por la energía limpia que alimenta la economía del futuro


Mientras China acelera su transición a renovables, las políticas energéticas de EE.UU. amenazan con dejar sin electricidad a industrias clave como semiconductores y centros de datos, según expertos.
(CNN) - El contraste entre las estrategias energéticas de EE.UU. y China se hizo más evidente esta semana, cuando analistas advirtieron que la lentitud en la transición a energías limpias podría costarle a Estados Unidos su ventaja tecnológica. Mientras China domina el mercado global de paneles solares y turbinas eólicas, EE.UU. enfrenta cuellos de botella en su suministro eléctrico que ya afectan a industrias estratégicas.
"Aún existen intereses arraigados que protegen al carbón, pero el avance de las renovables es imparable", señaló el analista Shuo. Sin embargo, en EE.UU., las políticas del Partido Republicano frenaron nuevos proyectos eólicos y solares, justo cuando la demanda de energía limpia crece entre las grandes tecnológicas.
Riesgo para la supremacía tecnológica
Ben King, analista de Rhodium Group, alertó que centros de datos y fábricas de semiconductores -industrias clave en la competencia con China- podrían quedarse sin suficiente energía. "Muchas instalaciones no podrán operar porque simplemente no tendremos capacidad para abastecerlas", explicó King.
El problema se agrava por los largos trámites para aprobar nuevas plantas de gas natural, una fuente puente que China administra con mayor agilidad. Mientras Pekín construye infraestructura energética a velocidad récord, EE.UU. enfrenta demoras burocráticas que retrasan proyectos por años.
Esta divergencia energética ocurre cuando la Casa Blanca intenta relanzar la manufactura nacional con la Ley de Chips y el programa de infraestructura. Expertos temen que el alto costo de la electricidad termine ahuyentando inversiones, justo cuando China ofrece energía más barata y estable a sus zonas industriales.
El Departamento de Energía reconoció el desafío, pero insistió en que mantendrá un "mix diversificado". Sin embargo, ejecutivos de Silicon Valley ya buscan alternativas, incluyendo trasladar operaciones a países con redes más limpias y eficientes. La carrera por el liderazgo tecnológico del siglo XXI podría decidirse, en parte, por quién logra electrificar su industria primero.