Día del TDAH en Chile: Hasta 10 % de escolares presentaron esta "variación cerebral"


La Dra. Melissa Álvarez Majmut afirma que en lugar de patologizar el Trastorno por Déficit de Atención, debemos entenderlo como parte de la neurodiversidad humana.
En vísperas del Día del TDAH (13 de julio), la neuróloga chilena Dra. Melissa Álvarez Majmut cuestionó los enfoques tradicionales sobre esta condición. "No es un trastorno en el sentido patológico, sino una variación natural del funcionamiento cerebral", afirmó la especialista, directora del Espacio Terapéutico Neuro Estímulo. Sus declaraciones buscan combatir los estigmas que persisten en ámbitos educativos y laborales.
Datos versus mitos
Aunque manuales como el DSM-5 aún clasifican el TDAH como "trastorno", Álvarez enfatizó que entre el 6% y 10% de escolares chilenos presentan esta condición, según estudios locales. La Organización Mundial de la Salud estima que a nivel global la cifra alcanza 12% en adolescentes, desmintiendo la idea de que sea "poco frecuente".
La experta afirmó que el TDAH:
- No implica discapacidad intelectual —puede coexistir con altas capacidades—
- No requiere "cura" sino apoyos personalizados como terapia ocupacional o ejercicio
- No siempre se manifiesta con hiperactividad, aunque muchos niños son injustamente etiquetados como "problemáticos"
Un llamado a la inclusión
"La calidad de vida de una persona neurodivergente depende del conocimiento social sobre su condición", sostuvo Álvarez. Criticó que el sistema educativo suele penalizar diferencias en lugar de adaptarse a ellas, dañando la autoestima de quienes tienen TDAH.
Con un enfoque innovador, la neuróloga propone reemplazar el término "trastorno" por "condición" o "neurodivergencia", siguiendo las preferencias de la comunidad afectada. "No hay cerebros idénticos —concluyó—. Valorar esta diversidad nos enriquece como sociedad".
El desafío ahora es traducir esta visión en políticas concretas que reemplacen la marginación por entornos educativos y laborales verdaderamente inclusivos, donde las diferencias cognitivas se consideren un activo, no un déficit.