Descubren un "mundo perdido" bajo el Pacífico: Enormes fragmentos de placas tectónicas desconciertan a los científicos

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José Ferrada 23-01-2025

Un nuevo estudio revela la existencia de anomalías sísmicas en el manto profundo del Pacífico, desafiando las teorías actuales sobre la tectónica de placas y sugiriendo la presencia de un antiguo y desconocido mundo geológico.


Un equipo internacional de investigadores ha desvelado un misterio que esconde el corazón de nuestro planeta. Utilizando tecnología de última generación, han descubierto enormes fragmentos de placas tectónicas sumergidas en las profundidades del manto terrestre bajo el Pacífico occidental. Este hallazgo desafía radicalmente nuestra comprensión de la dinámica interna de la Tierra y plantea interrogantes sobre la formación y evolución de nuestro planeta.

Tradicionalmente, se creía que las placas tectónicas, al colisionar y subducir unas bajo otras, se reciclaban en el manto terrestre. Sin embargo, estas nuevas estructuras encontradas se encuentran lejos de las zonas de subducción conocidas, lo que sugiere que podrían ser restos de un antiguo océano o de un proceso geológico desconocido.


"Es como si un médico que lleva años estudiando el corazón con un ecocardiograma encontrara de repente una arteria en un lugar donde no debería estar", compara Andreas Fichtner, profesor de la ETH de Zúrich, en conversación con The Guardian. "Estas anomalías sísmicas nos están diciendo que hay algo muy extraño ocurriendo en las profundidades de la Tierra", agrega.


¿Qué son estas anomalías sísmicas?


Los científicos han utilizado un modelo de alta resolución para analizar la propagación de las ondas sísmicas a través del interior de la Tierra. En estas zonas anómalas, las ondas sísmicas viajan más lentamente, lo que sugiere la presencia de materiales más densos o con diferentes propiedades térmicas.


¿Qué podría explicar este fenómeno?


Existen varias hipótesis para explicar estas extrañas estructuras. Una posibilidad es que se trate de materiales relictos que han permanecido sin cambios desde la formación del manto terrestre, hace unos 4.000 millones de años. Otra teoría sugiere que podrían ser acumulaciones de rocas ricas en hierro creadas por movimientos convectivos en el manto.


Este descubrimiento abre un nuevo capítulo en la investigación geológica y plantea numerosas preguntas sobre la evolución de nuestro planeta. Los científicos continuarán investigando estas estructuras anómalas para comprender mejor su origen y su impacto en la dinámica interna de la Tierra.