Descubren que los elefantes pueden ser "diestros" o "zurdos" gracias a las arrugas en sus trompas

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José Ferrada 09-10-2024
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Un nuevo estudio ha revelado que la preferencia de los elefantes por usar un lado específico de su trompa puede identificarse a través de las diferencias en sus arrugas y cerdas, ofreciendo una nueva perspectiva sobre este órgano altamente especializado.


Científicos de la Universidad Humboldt de Berlín han descubierto que los elefantes, al igual que los humanos con sus manos, tienen una preferencia por utilizar un lado de su trompa. Este fenómeno, conocido como "lateralidad trompística", puede determinarse observando las arrugas y cerdas en sus trompas, según un estudio publicado en la revista Royal Society Open Science.

La investigación revela que los elefantes que prefieren usar su trompa hacia la izquierda suelen tener más arrugas y cerdas más largas en ese lado, mientras que las cerdas del lado opuesto suelen estar más desgastadas por el contacto con el suelo. “El efecto de las arrugas es más sutil, pero sigue siendo significativo”, comentó el Dr. Michael Brecht, coautor del estudio, para The Guardian.

Este descubrimiento es parte de un análisis más amplio sobre el desarrollo de las arrugas en las trompas de los elefantes asiáticos y africanos. El equipo de Brecht encontró que las arrugas no solo se desarrollan de manera desigual entre ambos lados de la trompa, sino que los elefantes asiáticos tienen una mayor cantidad de arrugas profundas, lo que les proporciona una mayor flexibilidad para envolver objetos.

Las trompas de los elefantes, que contienen más músculos que cualquier otra estructura en los mamíferos, están altamente especializadas para cumplir funciones complejas, como la manipulación de objetos. Brecht explicó que las arrugas actúan de manera similar a los pliegues de un acordeón, permitiendo una mayor flexibilidad, especialmente en los elefantes asiáticos, que suelen envolver su trompa alrededor de objetos para sujetarlos.

Este estudio también arrojó luz sobre cómo las arrugas comienzan a formarse en el útero. Los investigadores observaron fetos de elefante, descubriendo que el número de arrugas se duplicaba rápidamente durante las primeras etapas de gestación.

Estas nuevas revelaciones no solo ayudan a entender mejor la biología de los elefantes, sino que también resaltan la complejidad de sus trompas, un órgano que Brecht compara con la mano humana por su capacidad para agarrar y manipular objetos.