Descubren que las vicuñas dejan tirada el "arma secreta" para combatir el cambio climático

Imagen
José Ferrada 30-01-2025

Un estudio revela que el estiércol de estos camélidos andinos acelera la colonización de plantas en suelos desglaciados, aunque el ritmo del calentamiento global sigue siendo una amenaza crítica.


Mientras el cambio climático derrite glaciares en todo el mundo, un pariente salvaje de la llama, la vicuña, está desempeñando un papel crucial en la recuperación de los ecosistemas andinos. Un estudio publicado en Scientific Reports muestra que los montones de estiércol de estas especies aceleran la colonización de plantas en suelos desglaciados, reduciendo en más de un siglo el tiempo que normalmente tardarían en establecerse.

Las vicuñas, camélidos sudamericanos que habitan las alturas de los Andes, usan letrinas comunales para defecar. Estos sitios, ricos en nutrientes y materia orgánica, crean microclimas que favorecen el crecimiento de plantas y la actividad microbiana. "Es interesante ver cómo un comportamiento social de estos animales puede transferir nutrientes a un nuevo ecosistema que es muy pobre en nutrientes", dijo Cliff Bueno de Mesquita, coautor del estudio.


Un oasis en medio de la aridez


Los suelos desglaciados son extremadamente pobres en nutrientes y agua, lo que dificulta la vida vegetal. Sin embargo, las letrinas de vicuñas contienen hasta un 62% de materia orgánica, en comparación con solo un 1,5% en suelos desglaciados sin estiércol. Además, estos sitios mantienen temperaturas y niveles de humedad más estables, creando condiciones ideales para que las plantas germinen y atraigan a otros organismos.


El estudio, liderado por Steven Schmidt de la Universidad de Colorado Boulder, también encontró una alta diversidad de microorganismos en las letrinas, lo que sugiere que estos sitios son clave para la recuperación ecológica. "Las letrinas crearon un microclima diferente al área circundante", explicó Schmidt.


Un frágil equilibrio


Aunque las vicuñas ayudan a acelerar la colonización de plantas, el ritmo del cambio climático supera la capacidad de los ecosistemas para adaptarse. Entre 2000 y 2019, los glaciares perdieron 267 mil millones de toneladas de hielo al año, y se estima que el 68% de los glaciares podrían desaparecer si el calentamiento continúa.


En los Andes, donde muchas comunidades dependen del agua de los glaciares, la reducción de estas masas de hielo amenaza el suministro de agua para millones de personas. "El actual cambio climático antropogénico es probablemente la crisis más grave que nuestro planeta y todos los seres vivos han enfrentado en los últimos 65 millones de años", advirtió Bueno de Mesquita.


Mientras las vicuñas ofrecen una luz de esperanza para la recuperación ecológica, su impacto no es suficiente para contrarrestar la velocidad del calentamiento global. Este estudio subraya la necesidad de acciones urgentes para mitigar los efectos del cambio climático y proteger los frágiles ecosistemas de montaña.