Descubren en Taiwán el primer fósil denisovano fuera de Siberia y el Tíbet

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José Ferrada 11-04-2025

Un análisis de proteínas revela que una mandíbula hallada en el lecho marino perteneció a un hombre de esta enigmática especie humana extinta.


(CNN) - Un equipo de científicos confirmó que un hueso mandibular fosilizado, recuperado en 2010 por pescadores frente a la costa de Taiwán, perteneció a un hombre denisovano, una especie hermana de los neandertales. El hallazgo, publicado en Science, amplía el mapa conocido de esta población y sugiere que habitaron desde las frías montañas de Siberia hasta el subtropical este de Asia.


El fósil, bautizado como Penghu 1, pasó años sin identificación clara debido a la imposibilidad de extraer ADN. Sin embargo, investigadores de la Universidad de Copenhague lograron analizar proteínas antiguas en sus dientes, comparándolas con el genoma denisovano. "Estas moléculas sobreviven más que el ADN y nos permiten reconstruir linajes evolutivos", explicó Frido Welker, coautor del estudio.


Un pasado sumergido


El hueso fue encontrado en una zona que, durante la última glaciación, era un puente terrestre entre China y Taiwán. "Los denisovanos probablemente vivieron allí antes de que el mar lo cubriera", señaló Welker. El fósil llegó al Museo Nacional de Taiwán gracias a un coleccionista, y aunque inicialmente se estimó su antigüedad entre 10.000 y 190.000 años, las proteínas confirmaron su origen.


Con solo unos pocos restos óseos conocidos, los denisovanos siguen siendo un misterio. Su mandíbula plana y molares gigantes los diferencian de los humanos modernos. Algunos expertos proponen reclasificarlos como Homo juluensis, junto a otros fósiles asiáticos.


Chang Chun-Hsiang, curador del museo, planea analizar los 4.000 fósiles marinos restantes: "Podría haber más tesoros ocultos", afirmó. El descubrimiento no solo resuelve un enigma, sino que abre una nueva ventana a la diversidad humana perdida.