Descubren que regiones del cerebro desconectadas entran en un “estado de sueño” incluso cuando el paciente está despierto
Según Marcello Massimini, neurofisiólogo de la Universidad de Milán y uno de los autores del estudio, “estas observaciones demuestran que el cerebro puede mantener ciertas regiones en un estado de letargo controlado cuando quedan desconectadas del resto del sistema”.
Un reciente estudio publicado en la revista científica PLoS Biology ha transformado la manera en que la ciencia entiende la conciencia y los límites funcionales del cerebro humano.
Investigadores europeos observaron que, tras una cirugía de hemisferectomía —procedimiento que desconecta parte del cerebro afectada por epilepsia severa—, la región aislada continúa generando actividad eléctrica lenta, propia del sueño profundo, incluso mientras el paciente permanece despierto.
La investigación analizó a diez niños con epilepsia intratable, quienes se sometieron a esta compleja intervención quirúrgica para evitar la propagación de las crisis. Antes y después de la operación, los especialistas registraron su actividad cerebral mediante electroencefalogramas (EEG) y la compararon con la de niños sanos, tanto dormidos como despiertos.
Los resultados fueron sorprendentes: mientras el hemisferio activo del cerebro mostraba patrones eléctricos normales asociados a la vigilia, la región desconectada exhibía ondas delta —las más lentas y profundas del espectro cerebral—, típicas de las fases más profundas del sueño. Este fenómeno se mantuvo de forma estable entre seis meses y tres años después de la cirugía, lo que sugiere una reorganización persistente del sistema neuronal.
Según Marcello Massimini, neurofisiólogo de la Universidad de Milán y uno de los autores del estudio, “estas observaciones demuestran que el cerebro puede mantener ciertas regiones en un estado de letargo controlado cuando quedan desconectadas del resto del sistema”.
El hallazgo aporta una nueva perspectiva sobre la adaptación del cerebro ante lesiones o intervenciones quirúrgicas. Los investigadores plantean que este “apagamiento selectivo” podría representar una estrategia natural de protección, permitiendo conservar la estabilidad general del sistema nervioso y facilitar la recuperación funcional.
Asimismo, el estudio ofrece implicaciones relevantes para la neurociencia de la conciencia, al mostrar que no toda actividad cerebral contribuye directamente a la experiencia consciente.
Fenómenos similares ya habían sido observados en pacientes con traumatismos o accidentes cerebrovasculares, lo que refuerza la hipótesis de que el cerebro puede modular activamente su propio nivel de actividad para adaptarse a daños estructurales.