Estudio demuestra que las turbinas eólicas funcionan mejor cuando se encuentran detrás de las colinas

Isabel Hodge 17-06-2021
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Mediante simulaciones computacionales, el equipo descubrió que una turbina de 90 metros de altura, ubicada tras una colina, puede aumentar su producción de engría eléctrica en un 24%.


La energía eólica utiliza la fuerza del viento para producir electricidad mediante el movimiento constante de hélices y turbinas. Con frecuencia, estas granjas eólicas están instaladas en grandes terrenos planos, con la finalidad de producir energía renovable a la población.

Un nuevo estudio descubrió una nueva técnica para aumentar su producción: proponen instalar estas enormes turbinas detrás de las colinas.

“La velocidad del viento inmediatamente detrás de la colina es más lenta, lo que crea un área de baja presión. Esta área de baja presión aspira aire desde arriba, donde el viento es mucho más fuerte que cerca del terreno. Esto significa que una turbina eólica no necesita ser más alta para aprovechar los fuertes vientos en altitudes más altas”, explicó el Dr. Richard Stevens, quien trabajó en la investigación.

Para llegar a esta hipótesis, el equipo de la Universidad de Twente, en Países Bajos, realizaron una serie de modelos aerodinámicos computacionales a través de los cuales simularon los efectos de una colina 3D en el rendimiento de las turbinas.

Las simulaciones aerodinámicas han demostrado que las turbinas eólicas podrían producir más energía cuando se colocan detrás de cerros. Crédito: Dr Srinidhi Gadde

En la simulación utilizaron una turbina de 90 metros de altura con astas de 63 metros, ubicada a 756 metros detrás de una colina de 90 metros de altitud. Allí descubrieron que la producción de energía aumentó en un 24%.

Si bien los resultados, publicados en la revista Renewable Energy, demuestran un significativo aumento es esta energía renovable, lamentablemente, evidencia un mayor desgaste en las turbinas.

Es por ello que el equipo se encuentra investigando si estos beneficios superarían el daño de las turbinas y, además, si este aumento del rendimiento eólico se puede replicar en entornos reales. 

Una simulación muestra que el flujo del viento a baja velocidad (azul) gira hacia arriba detrás del cerro, colocando la turbina eólica (la línea vertical) en un flujo más fuerte (rojo). Crédito: Universidad de Twente.