En acuerdo con los agricultores: Municipio mexicano prohíbe las plantaciones de palta para frenar la deforestación
La comunidad sostiene que la palta atrae a los cárteles del narcotráfico, que se veían tentados por el negocio. La población estaba “cansada de los homicidios y secuestros”, así como los cobros de extorsión a pequeños negocios.
La comunidad Cherán, un municipio del estado de Michoacán, localizado en la Meseta Purépecha de México, bajo una serie de acuerdos realizados en las asambleas barriales, ha decidido prohibir el cultivo de la palta (o aguacate como se denomina a este fruto en el país) en el territorio para evitar que se convierta en una zona de deforestación y sequía.
David Ramos Guerrero, miembro de la junta de agricultores autónomos, señaló a AP que los agricultores acordaron una prohibición total de los huertos comerciales de este alimento. “La gente puede tener tres, cuatro o cinco, o como máximo 10 plantas de aguacate para abastecerse de alimentos, pero no se permite la siembra comercial”, dijo al medio de comunicación.
Patz Cuaro Noticias.
“Esto es una isla, alrededor de Cherán ha habido una invasión de paltas”, agregó.
Durante los últimos años, la comunidad ha intentado proteger de la tala ilegal sus laderas cubiertas de vegetación, que se cortaban para dar paso a las plantaciones. Las paltas ofrecen a los agricultores grandes beneficios, sin embargo para producirlas se deben talar los bosques, lo que afecta a la biodiversidad de la región.
La comunidad sostiene que la palta atrae a los cárteles del narcotráfico, que se veían tentados por el negocio. Según señala el medio, la población estaba “cansada de los homicidios y secuestros“, así como los cobros de extorsión a pequeños negocios.
El levantamiento de Cherán en 2011
En abril de 2011, la comunidad comenzó la defensa organizada de sus bosques y su territorio frente a los grupos delictivos que estaban devastando el monte para vender la madera e instaurar cultivos de paltos. Liderado por mujeres, en este “levantamiento ciudadano” participó parte importante de la población para defender el bosque.
Ramos señaló que “empezamos de una manera amigable, hablando (a los agricultores). Si no llegamos a un acuerdo, entonces usamos la fuerza, rompemos o talamos los árboles de paltas”.