La peligrosa fuga de gas metano del Ártico
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Científicos a cargo de la expedición aseguraron sentirse “increíblemente preocupados”. Advirtieron que si el dañino gas comienza a escapar de las reservas bajo hielo, los efectos del calentamiento global podrían volverse incontrolables.
Al particular hallazgo, también se pudo determinar que los microbios que, normalmente, consumen estos poderosos gases se han demorado en llegar a la falla, permitiendo que el gas salga sin control.
Por eso se piensa que grandes cantidades de metano, se encuentran alojadas en el suelo marino de la Antártica. El gas, que es nocivo para el calentamiento global, podría estar fugándose por culpa del alza de la temperatura de los océanos, un prospecto que los investigadores afirman es “increíblemente preocupante”.
La razón de este hecho continúa siendo un misterio, pero lo que si se descarta por ahora, es que esto no sea por culpa del calentamiento global, ya que las temperaturas del Mar de Ross (donde se encuentra la fuga) no se han calentado significamente. El estudio ha servido además para los modelos climáticos, los cuales actualmente no tienen en consideración, el atraso de las bacterias que comen metano.
Todo esto quedo en evidencia de forma accidental, cuando buzo profesionales la observaron en 2011. Pero tomó más de 5 años a los científicos regresar al sitio y lograr estudiar la grieta en detalle. Una vez finalizado ello, se dio paso al trabajo en laboratorio.
“El atraso en el consumo de metano, es un hallazgo muy importante. No son buenas noticias. Al igual que los investigadores, los microbios se demoraron más de 5 años en aparecer e, incluso así, grandes cantidades de metano han escapado del suelo marino”, aseguró a The Guardian Andrew Thurber, autor de la investigación e investigador de la Universidad del Estado de Oregon.
La liberación de metano desde aguas submarinas congeladas, o regiones de hielos perennes, es una de las mayores preocupaciones de los científicos, ya que el gas se libera en amplias cantidades, por lo que el calentamiento global podría volverse imparable.
“El ciclo del metano es algo de lo que como sociedad debemos estar preocupados. Yo, personalmente, lo encuentro increíblemente alarmante”, concluyó Thurber.