Nos quedan sólo 11 años para frenar el cambio climático, pero aun así ya no hay vuelta atrás

El lapidario informe del IPCC expone sobre los devastadores e inevitables efectos que tendrá el aumento de 1°C que provocamos en la Tierra desde el comienzo de la era industrial. Sin embargo existe una posibilidad de frenar el daño y así no sellar nuestra propia tumba.
El 2016, la ONU pidió un reporte especial sobre el impacto que tendría el calentamiento global si lograra aumentar a 1.5°C sobre el promedio previo a las industrias.
En ese momento, la esperanza de Naciones Unidas era que la respuesta global frente a los síntomas del cambio climático se fortaleciera luego que los países y organizaciones fueran equipadas con información y datos específicos.
De esa forma, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) tomó el liderazgo, juntando a las mentes más brillantes en el mundo para analizar las consecuencias asociadas a este fenómeno.
Por supuesto, era sabido que el aumento de las temperaturas está amenazando la vida en la Tierra como la conocemos. Entre el empeoramiento de la calidad del aire afectando incluso los rincones más apartados del planeta y la condición de los océanos envenenando la vida marina, el calentamiento global ya había alterado los cimientos de muchos ecosistemas alrededor del mundo.
Se estima que la actividad humana ha causado un aumento de 1°C en la temperatura global desde el periodo de referencia “pre-industrial”, comprendido entre 1850 y 1900.
De acuerdo al informe del 2018 del IPCC, es probable que otros 0.5 grados de calentamiento ocurran entre el 2030 y el 2052 si el rango del cambio climático se mantiene igual que hoy. Eso nos da una ventana de alrededor de 11 años para configurar nuestra respuesta. De lo contrario, el daño será irreversible.
Necesitamos “necesitamos el total alineamiento de nuestras dimensiones técnicas, sociales y políticas”, declaró Glen Peters, el investigador del Centro Norway para la Investigación Internacional del Clima, declaró para la National Geographic el día en que el informe del IPCC fue publicado, según Boulder Weekly.
“Necesitamos mantener la temperatura a un mínimo de 1.5°C e incluso 2°C no sería viable”, agrega.
Luego de analizar el informe del IPCC, hay que aclarar 2 cosas. Primero, incluso si alguien tuviera una varita mágica y pausara todos los contaminantes y la activa destrucción ecológica actual (deforestación, minería, desperdicio del agua, etc.), el calentamiento que las actividades humanas iniciaron y sus efectos continuaría potencialmente durante siglos, aunque disminuyendo lentamente.
Lo segundo es nuestra realidad: No tenemos una varita mágica para detener el daño, así que queda sólo queda enfocarnos en tratar de disminuir gradualmente nuestro impacto y manejar el cambio de nuestro clima.
¿Qué sigue?
El informe del IPCC detalla cómo un incremento de 1.5°C creará nuevos climas en todo el mundo, y cómo esta cifra aun así, es mejor que un incremento de 2°C.
Comencemos con los océanos: las proyecciones del IPCC sugieren que los mares podrían elevarse de 0.26 a 0.77 metros, desplazando a millones de personas.
Las capas de hielo marinas se volverían parcialmente inestables, y la pérdida irreversible de la nieve de Groenlandia, en particular, podría resultar en muchos metros más del aumento del agua salada del planeta.
Se proyecta los arrecifes de coral declinen de un 70% a 90% más, y si la temperatura alcanzase los 2°C el daño sería del 99%, es decir, un daño irreversible.
En tierra, de las 105 mil especies estudiadas en el informe, 6% de insectos, 8% de plantas y 4% de vertebrados van encaminados a perder más de la mitad de su tradicional y climáticamente determinado rango geográfico.
“Se proyecta que cualquier incremento en el calentamiento global afectará la salud humana”, afirma el reporte, “con consecuencias en su mayoría negativas”. Además de dañar nuestra calidad del aire, fuente de recursos y tierra habitable, se espera que las enfermedades transmitidas por vectores aumenten y cambien de rango geográfico.
Por supuesto, se anticipan también temperaturas más extremas. El informe detalla que los aumentos en la frecuencia, intensidad y cantidad de las precipitaciones son inexistentes; por lo que se espera que aumenten las sequías.
En resumen, los humanos ya iniciaron un efecto dominó de cambio climático que durará siglos. Lo que nos queda es hacer a este punto es tratar de frenar los devastadores efectos que hemos creado para el 2030.