Encuentran plástico en los estómagos de los animales que viven en las zonas más profundas del océano

Futuro 360 05-03-2019
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Expertos de la Universidad de Newcastle hallaron fibras de plástico en las entrañas de las popularmente conocidas como “pulguitas de mar”, las cuales viven a una profundidad de 10 km bajo el mar. Advierten que esto podría dañar irreversiblemente la cadena alimenticia de la fauna marina.


Los organismos marinos más profundos conocidos por el humano están contaminados con plástico, de acuerdo a un estudio recientemente publicado.

Los investigadores presentaron “El registro más profundo de ingesta de microplástico, indicando que es altamente probable de que no queden ecosistemas marinos que no hayan sido afectados por la contaminación del plástico”, escrito de esta forma en el informe publicado en Royal Society Open Science

Encabezado por Alan Jamieson, un ecólogo marino de la Universidad de Newcastle, el equipo examinó los interiores de pequeños organismos llamados lisianásidos anfípodos -conocidos popularmente como “pulguitas de mar“-, recolectados de 6 hábitats marinos profundos.

Aunque las trincheras variaban de lugar desde aguas chilenas a japonesas, todas se encontraban dentro de la “zona hadal”, lo que significa que estaban por lo menos a 6 mil metros bajo la superficie del mar.

El estudio incluye anfípodos recolectados en el Abismo de Challenger, ubicado en la Fosa de las Marianas, el cual es el punto más bajo conocido del lecho marino, con 10,890 metros de profundidad.

A pesar de tratarse de hábitats tan remotas, el equipo de Jamieson encontró plástico y fibras sintéticas tales como nailon, polietileno y alcohol polivinílico en las entrañas de la mayoría de los anfípodos que examinaron.

“Más de 90 ejemplares fueron examinados de los cuales 65 (aproximadamente el 72%) contenían al menos una microfibra o fragmento”, declaró el equipo para “Motherboard“.

Los investigadores nombraron a los hábitats hadales como “el desagüe definitivo” para cualquier contaminante que se desvíe desde los niveles superiores del océano.

Los organismos que viven en las regiones más mermadas y desoladas en muchas ocasiones evolucionan para aprovechar la carroña y los restos de comida. Esto los vuelve los más vulnerables a ingerir plástico que logra alcanzar el fondo marino.

Los anfípodos de todas las zonas enfrentaron diferentes variaciones de ingesta de plástico. Por ejemplo, todos los organismos de la Fosa de las Marianas tenían microplásticos en sus entrañas, mientras que sólo la mitad de las pulguitas de mar encontradas en Las Nuevas Hébridas estaban contaminadas.

El equipo todavía no está seguro que causa esta variación entre las diferentes locaciones, pero un más alto consumo parece estar directamente relacionado con las hábitats más profundas.

Sin embargo, lo que queda claro es que la contaminación por plástico en el océano no profundo no es sólo un problema para los organismos que viven ahí.

Los anfípodos son alimento fácil para peces, crustáceos e incluso aves marinas, y algunos de estos depredadores son consumidos por nosotros. Los microplásticos ingeridos por las pequeñas especies pueden tener consecuencias en toda la cadena alimenticia del océano.

“Una vez que los microplásticos entran en la cadena alimenticia hadal, hay una alta posibilidad de que se queden atorados en un ciclo perpétuo de transferencia trófica“, adivirtió el equipo.

Mientras que los reportes de animales muertos que varan en la costa con sus estómagos llenos de plástico se están volviendo tristemente comunes, este estudio revela que dichos cadáveres son sólo la punta del iceberg cuando se trata del problema de contaminación por plástico de nuestros océanos.