El coronavirus no ayudó: Niveles de gases de efecto invernadero alcanzan un nuevo récord

Futuro 360 24-11-2020
gettyimages-500863126.jpg

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) manifestó que si bien hubo una pequeña disminución inicial, esta es “solo un pequeño punto en el gráfico a largo plazo” que no causará ningún efecto significativo en las concentraciones.


Algunas voces ya pregonaban sobre los grandes beneficios que tienen para el medio ambiente las medidas adoptadas para frenar el avance del COVID-19, especialmente en lo que respecta a las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, la realidad no superó las expectativas.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) manifestó este lunes que el coronavirus no resolvió el cambio climático, ni siquiera un poco, y que, al contrario, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera se disparó a un nuevo récord este 2020.

Asimismo, la institución manifestó que, si bien las emisiones de carbono disminuyeron durante el confinamiento inicial, esta caída sería “solo un pequeño punto en el gráfico a largo plazo” que no causará ningún efecto significativo en las concentraciones.

La OMM señaló que las estimaciones proyectan una reducción en las emisiones globales de entre un 4,2% y un 7,5%, en comparación al 2019. “Una reducción de emisiones de esta escala no hará que disminuya (el CO2) atmosférico“, consignan.

La cantidad de dióxido de carbono presente actualmente en la atmósfera es casi un 50% más alta que en 1750, según la OMM. “El dióxido de carbono permanece en la atmósfera durante siglos y en el océano durante más tiempo”, indicó el profesor Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

El dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero atrapan la radiación solar en la atmósfera causando que las temperaturas suban y provoque climas extremos, el derretimiento del hielo, el aumento del nivel del mar y la acidificación del océano, entre una serie de graves fenómenos.

En 2016, varios países firmaron el Acuerdo de París, acordando limitar el calentamiento global a menos de 2 °C por encima de los niveles preindustriales y realizar esfuerzos para limitarlo a 1,5 °C. Sin embargo, para lograr esta meta las emisiones deben reducirse drástica y velozmente.