Científicos transforman bolsas de plástico en tela para combatir la contaminación textil

Isabel Hodge 16-03-2021
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Científicos del MIT se encuentran trabajando para convertir bolsas con el objetivo de darle una solución a la contaminación de plásticos, hacer que la industria de la moda sea más sostenible y reducir su huella. Esto representa un desafío ya que actualmente la industria textil representa el 10% de las emisiones globales anuales de efecto invernadero.


La moda representa una de las industrias más contaminantes, entre el 5 al 10% de las emisiones globales anuales de efecto de invernadero proviene de la industria textil.

Su fabricación consume grandes cantidades de agua y genera descomunales millones de toneladas de residuos textiles. Además, expertos indican que una vez que estas prendas son compradas, a menudo mantenerlas limpias en casa consumen más energía y agua que la utilizada en la fase de producción.

En una misión para ayudar al medio ambiente, minimizar el impacto que produce esta industria, volverla sostenible y darle una solución a la contaminación de plásticos, investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts desarrollaron una solución.

El polietileno es un plástico omnipresente que se encuentra en absolutamente todo, desde las bolsas de plástico hasta los envases de los alimentos.

Foto: MIT

Para el equipo una tela de plástico es más ecológica que las fibras naturales, ya que esta se puede reciclar y convertirse en una nueva prenda.

No hay ninguna razón por la que la simple bolsa de plástico no pueda convertirse en fibra y usarse como una prenda de alta gama”, comentó la Dra. Svetlana Boriskina del MIT.

El equipo indicó que las telas menos dañinas para el medio ambiente son la lana, el algodón, el lino, la seda, el naylon y el poliéster, además, se puede lavar en agua fría reduciendo aún más su huella ambiental.

Sin embargo, los científicos explicaron que las telas en base a polietileno poseen características como resistencia y temperatura de fusión, pero esto significa que tiende a limitar su uso en textiles ya que posee una baja absorción de humedad.

El desafío fundamental que veo con este desarrollo, como hemos visto con muchos otros desarrollos de ‘nuevas fibras’, es qué tan bien se alinea la fibra con los requisitos de comodidad, tacto y caída del consumidor“, indicaron.

La investigación fue publicada en la revista Nature Sustainability.