Cambio climático: ¿Podrán los animales adaptarse a las temperaturas extremas?
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El cambio climático ha provocado que muchas especies de animales quedaran al borde de la extinción. Expertos se preguntan si la termorregulación de los seres vivos evolucionará lo suficientemente rápido como para adaptarse a los récords de temperatura que se rompen todos los años.
La ciencia ya da como un hecho que tarde o temprano, deberemos despedirnos de una gran cantidad de plantas y animales en todo el mundo. De acuerdo a un reporte de 2019 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 1 millón de especies están en peligro de extinción.
Este año, otro un estudio publicando en Nature descubrió que los ecosistemas de los océanos tropicales podrían comenzar a colapsar hacia el 2030, mientras que los terrestres podrían comenzar a desaparecer en 2050. Lo que ha hecho decir a muchos que estamos pasando por un periodo de “extinción masiva” provocada por el hombre.
Y aún así, algunas especies parecen estar resistiendo a los duros cambios. Aves migrando tempranamente, tortugas marinas ajustando sus rutas o ciervos teniendo a sus crías antes, los animales ya están cambiando su comportamiento para sobrevivir.
Pero ¿pueden las criaturas adaptarse lo suficientemente rápido a los impresionantes récords de temperatura que se rompen cada año? La respuesta estaría en al termorregulación y genética de los seres vivos.
Según explica Marta Muñoz, genetista de la Universidad de Yale a Popular Science, históricamente los animales se han adaptado mucho más rápidamente a las temperaturas frías que a las calientes. Esto podría deberse a “que no hay un escape del frío”, por lo que es necesario “adaptarse o morir”.
Muñoz explica que por miles de años los seres vivos se han adaptado al calor, cambiando el lugar donde viven, lo que ha hecho que las modificaciones para resistir el calor extremo se desarrollen mucho más lento.
Sumado a esto, otros estudios han demostrado que reptiles, insectos y peces son mucho más sensibles al calor extremo – ya que cuentan con sistemas de termorregulación que dependen ampliamente del ambiente que los rodea, uno que está cambiando rápidamente por culpa del calentamiento global.
Sin embargo, un estudio de la Universidad de Konstanz (Alemania), descubrió que los mamíferos han desarrollado diferentes estrategias para adaptarse al calor, tales como jadear, defecar, o incluso controlar la cantidad de aire que los rodea a través del desarrollo de orejas más grandes.
Los humanos, algunos simios y caballos, han aprendido a liberar la humedad de los cuerpos a través de un ciclo en el que el sudor regula la temperatura externa luego de que la interna se eleva.
Estos métodos que llevaron cientos de millones de años en desarrollarse están en peligro por culpa del cambio climático, lo que aún tiene a expertos inseguros de cómo la evolución se irá desarrollando por culpa de la intervención humana.