Consultora afirma que el 80% de las exportaciones chilenas peligran por culpa del cambio climático
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En un informe donde aborda el asunto a nivel global, McKinsey asegura que ésto se debe a complicaciones en los ámbitos de habitabilidad, trabajo, sistemas alimentarios, activos físicos, servicios de infraestructura y capital natural.
Las industrias de pesca, agricultura, minería, forestales y la vitivinicultura chilenas están propensas a pérdidas debido a las consecuencias del cambio climático.
En un informe donde aborda el asunto a nivel global, McKinsey asegura que ésto se debe a complicaciones en los ámbitos de habitabilidad, trabajo, sistemas alimentarios, activos físicos, servicios de infraestructura y capital natural.
La consultora destaca que en el caso de Chile el 80% de las exportaciones corren riesgos relevantes, como por ejemplo el aumento de un 40% a las áreas estrés hídrico de aquí al 2030, es decir los cuerpos acuáticos donde se extrae más agua de la que se recupera por año.
“Se identifica un aumento de probabilidad de sufrir sequías de múltiples años o una década. Aunque el promedio de lluvia se mantiene, no necesariamente se conserva la reposición de fuentes de agua dulce en acuíferos y ríos“, afirma el reporte.
“Su cae demasiada lluvia en poco tiempo no se absorbe en la tierra. Por cambios de vegetación y erosión no se va a poder retener tanta lluvia y los glaciares desaparecerán“, agrega la agencia.
Frente al complicado escenario, el sector minero está enfrentando grandes desafíos, ya que el 75% del agua que se utiliza para ésta actividad es dulce. Según McKinsey Las pérdidas por lluvia anuales al año 2020 rodean los $US150 millones.
Fuente: La Tercera
“Si toda el agua dulce usada en la minería tuviera que cambiar a desalinizada, la minería tendría que invertir entre US$15 y US$20 mil millones hasta 2030, con un aumento de costos operacionales de entre US$1 y US$2 mil millones anuales“, agrega el informe.
Pero la sequía no es el único obstáculo para el sector exportador nacional. La consultora afirma que en el caso de la agricultura y la silvicultura el mayor desafío será la falta de predictibilidad, es decir, “demasiada lluvia seguida de sequía o a lluvia en meses donde anteriormente no había, etc“.
Para la pesca las dificultades se presentarán debido al aumento de la temperatura de los océanos, lo que conducirá a una disminución de la población de peces. Asimismo, los riesgos por inundaciones por el incremento del nivel del mar obligará a realizar estudios para reubicar infraestructura y viviendas en las costas del país.