Tecnología basada en máscaras de buceo permite succionar CO2 de chimeneas industriales y ahorrar hasta un 24% de energía

Futuro 360 01-02-2019
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El método fue desarrollado por científicos del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, Estados Unidos, y busca atrapar el dióxido de carbono en pequeños cristales. Además, la sustancia utilizada para el proceso cuesta sólo 3 dólares por kilogramo.


La tecnología que permite respirar bajo el agua en los submarinos  podría dejarnos -en un futuro no muy lejano- respirar aire más limpio.

Investigadores de Estados Unidos lograron encontrar una forma de succionar el dióxido de carbono (CO2) de las chimeneas químicas de las empresas, a través de un método similar al que utilizan los buzos y los submarinos para “reutilizar” a este nocivo gas luego de ser exhalado.

“La técnica desarrollada tiene un enorme potencial”, afirmó Kristin Bowman-James, química de Universidad de Kansas, para la revista Science. El avance se desarrollaría en base a unos químicos de origen orgánico llamados imino guadinas.

Estos compuestos fueron hallados hace más de 100 años. Sin embargo, los científicos descubrieron recientemente que “son realmente efectivos al momento de unirse con iones de carga negativa, lo cual puede atrapar al CO2”, afirmó Radu Custelcean, químico del Laboratorio Nacional de Oak Ridge en Tennessee, quien está a cargo del proyecto.

El método

El equipo Custelcean disolvió una imino guadina específica en agua, lo cual le permitió a la sustancia romper las moléculas de H2O. Esto mezclado con otras sustancias, logra generar pequeños cristales que -según los investigadores- pueden atrapar el CO2 emitido por las chimeneas industriales.

Dichos cristales deben calentarse a una temperatura cercana a los 120°C. En experimentos conducidos por los expertos de Oak Ridge, este método logró ahorrar hasta un 24% de energía en comparación a los métodos tradicionales de recolección de CO2.

Finalmente, Custelcean, afirma que es un método barato económicamente “ya que las imino guadinas utilizadas en el proceso reutilizables y cuestan sólo 3 dolares por kilogramo”.