Pérdida inesperada del olfato podría ser uno de los primeros síntomas de COVID-19
Uno de cada tres pacientes informan que anosmia temprana es un signo de la infección. Los investigadores dicen que este indicio podría usarse como un indicador clínico clave en portadores de coronavirus libres de síntomas o pre-sintomáticos.
Expertos médicos informan que entre los primeros signos reveladores del SARS-Cov-2 pueden ser una pérdida inesperada del olfato.
Los cirujanos de oído, nariz y garganta dicen que la pérdida del olfato, ya que el virus causa hinchazón en la mucosa olfatoria más que otros virus, podría usarse como un indicador clínico clave en portadores de COVID-19 sin síntomas.
“Son estos ‘portadores silenciosos’ los que pueden permanecer sin ser detectados por los procedimientos de detección actuales, lo que puede explicar por qué la enfermedad ha progresado tan rápidamente en tantos países del mundo”, dice Simon Carney, especialista en el sur de Australia, profesor de la Universidad de Flinders de la ENT del Sur y Adelaide Sinus Center.
“Si bien se requiere más investigación, se ha informado pérdida de olfato o anosmia en uno de cada tres pacientes en Corea del Sur y en Alemania esta cifra fue tan alta como dos de cada tres pacientes“, dice el profesor de otorrinolaringología ( cirugía de cabeza y cuello).
A medida que el mundo lucha por contener la propagación de COVID-19, la identificación de estos portadores podría ayudar a frenar la propagación de la infección.
Por su parte, la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología publicó en su sitio web esta semana que la cantidad de evidencia anecdótica de anosmia, hiposmia (capacidad reducida de olfato) y disgeusia (sentido del gusto reducido) es lo suficientemente significativa como para agregarse a la lista de herramientas de detección para posible infección
“En el Reino Unido, los cirujanos otorrinolaringólogos están presionando para que se destaque la anosmia como un síntoma importante que puede significar que un paciente sea portador asintomático“, dice el profesor Carney, ex presidente inmediato de la Sociedad de Rinología de Australia y Nueva Zelanda.
“Australia está en condiciones de aprovechar estos hallazgos en el extranjero para tratar de ‘aplanar la curva‘ mientras podamos“, agregó.
Los médicos y los centros de detección de COVID-19 podrían utilizar este signo sutil y la anosmia repentina inexplicable como criterio de prueba, dice.
Los pacientes también deben considerar llamar a su médico de cabecera con este síntoma temprano como precursor de un posible tratamiento.