Nuestras lágrimas son sorprendentemente similares a las de aves y reptiles
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Investigadores brasileños estudiaron la composición química de los fluidos oculares de diferentes especies, descubriendo que compartimos cantidades similares de cloruro, sodio, electrolitos y urea.
Llorar nos puede hacer sentir mejor o peor emocionalmente. El soltar lágrimas, es una proceso importante para mantener nuestros ojos saludables. Estos fluidos ayudan a proteger nuestra vista y mantienen los ojos hidratados, ayudando a mantener una homeostasis.
De hecho, los humanos lloran en promedio entre 57 a 114 litros por año.
Las lágrimas humanas contienen electrolitos y otros químicos, como la urea. Una nueva investigación descubrió que la composición de las lágrimas de las aves y los reptiles es bastante similar a la nuestra, una buena noticia para los científicos que buscan entender cómo las lágrimas aparecieron en las adaptaciones evolutivas.
En un nuevo estudio, los científicos examinaron los electrolitos de los lagrimales de diferentes especies de aves y reptiles. También estudiaron cómo se forman cristales cuando las lágrimas se secan.
Los animales estudiados fueron búhos, halcones, guacamayos, tortugas marinas, terrestres y caimanes. Sus fluidos fueron comparados a los de 10 humanos.
Así la investigación demostró que todos los tipos de lágrimas analizados cuentan con cantidades de sodio, cloruro y electrolitos similares a las nuestras. Los electrolitos de aves y reptiles estaban más concentrados que la de los voluntarios, mientras que los químicos urea y las proteínas, estaban más concentradas en búhos y en tortugas marinas.
Arianne Oriá, profesora de la Universidad Federal de Bahía en Brasil y principal autora del estudio, explica que las similitudes entre humanos y animales tienen que ver con los hábitats en que viven.
“En nuestros estudios, observamos similitudes en las composiciones de las lágrimas de los humanos y otras especies filogenéticamente similares, que habitan en ambientes parecidos“, aseguró Oriá a Inverse.