Meteorito “Roza-Tierra” rebotó en nuestra atmósfera antes de seguir su ruta

Futuro 360 29-09-2020
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El meteoroide, que pasó cerca de la Tierra el pasado 22 de Septiembre, alcanzó a entrar en nuestro planeta antes de salir eyectado para seguir su ruta. Los científicos aseguran que el cuerpo pudo haber llegado desde Júpiter, pero no han encontrado otro cuerpo similar.


Acá hay algo que no vemos muy seguido: un meteoroide “raspa-Tierra”. 

El 22 de septiembre de 2020, una pequeña roca espacial rebotó en la atmósfera terrestre, cambiando su trayectoria. El meteoroide fue grabado por una cámara de la Red Global de Meteoros (GMN), y fue visto sobre los cielos del norte de Alemania y Países Bajos. 

El objeto llegó a los 91 kilómetros de altitud – mucho más abajo que cualquier satélite humano – antes de volver a su ruta espacial. 

Dennis Vida, postdoctorado en física de la Universidad Western en Ontario, Canadá, y director de GMN aseguró Universe Today que su equipo trazó la roca, concluyendo que pertenece a la familia de las órbitas de Júpiter. Sin embargo, no se encontró ningún cuerpo hermano. 

Según ESA, un meteoroide es típicamente un fragmento de un cometa o asteroide que se transforma en un meteoro – una luz brillante que cruza el cielo – cuando entra en la atmósfera. Gran parte de estas rocas se desintegran, y algunas piezas alcanzan a tocar el suelo en forma de meteoritos. 

Los científicos estiman que los eventos de meteoroides “roza-tierra” sólo ocurren unas cuantas veces por año. Sin embargo, todos los días cientos de toneladas de pequeños objetos interplanetarios entran a nuestra atmósfera. 

El efecto más común que producen estos pequeños cuerpos cuando interactúan con la atmósfera de la Tierra son los meteoros o, como los conocemos normalmente, estrellas fugaces. Un pequeño porcentaje de las rocas más grandes alcanzan a tocar el suelo en forma de meteoritos. 

No existen estimados sobre el tamaño que tuvo el “Roza-Tierra” del 22 de septiembre, pero lo más probable es que haya sido bastante pequeño. Y aunque decenas de miles de meteoritos han sido descubiertos en la Tierra, sólo el 40% puede ser trazado hasta su origen. 

Para que una roca “rebote” en la atmósfera terrestre tiene que entrar al campo de nuestro planeta en un ángulo bastante superficial. Y para que una roca “haga un sapito” – como lo hacen las piedras planas en los lagos – el meteoroide debe entrar a nuestro planeta brevemente antes de seguir su ruta. 

Un fenómeno bastante inusual, que no dejó de fascinar a los expertos.