Desarrollan cabina que permite tener hologramas de tamaño real para conversar en el hogar
En tiempos de distanciamiento social y confinamiento, tener la posibilidad de ver en tamaño real a los seres queridos es un anhelo de muchos que esta tecnología hace posible. Aunque es costosa todavía, los creadores esperan que pronto sea más accesible.
Como sacado de una película de ciencia ficción, así son muchos de los avances que vemos por estos días, y quizás este sea uno de los más alegóricos a films futuristas. Ya está disponible la tecnología para tener hologramas domésticos.
Se trata de Portl, un dispositivo con el que cualquiera, que tenga el dinero para pagarlo, podría tener holograma en su casa y con el cual sostendría una conversación virtual con alguien, pero viéndolo en tamaño real.
A través de una caja que mide 2 metros de alto y un metro y medio de profundidad, esta tecnología recrea al hablante con un realismo sorprendente. La persona es “holoportada” y se genera una imagen holográfica que da la sensación de tenerla presente aunque se encuentre al otro lado del mundo.
Salvo por la caja, la tecnología es accesible, pues cualquiera que la tenga podrá recibir la imagen de otra persona que sólo necesitará una cámara y un fondo blanco. Una buena opción en estos tiempos de distanciamiento social y prohibición de viajes.
El desarrollo de esta tecnología, que ya venía avanzando, se aceleró para responder justamente a los desafíos que ha traído la pandemia. Los creadores buscan entregar una experiencia lo más cercana a la vida real cuando nos toca estar lejos.
Esta “caja mágica” permite ir incluso más allá. El propietario del dispositivo puede traer a la vida a un ser querido que ya no esté en este plano y que haya grabado en algún momento, además podrá cargar en el sistema de la cabina a su artista favorito o cualquier persona de la que tenga un registro en video.
Aunque es tentadora, es una tecnología todavía muy costosa, se necesitarían unos 48 millones de pesos chilenos para tenerla en el living de tu casa, pero se espera que, conforme se masifique, los precios vayan bajando, como ha ocurrido históricamente con diversos avances tecnológicos.