¿Cuero de Tiranosaurio rex? La polémica apuesta biotecnológica que promete revolucionar la moda

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José Ferrada 30-04-2025

Tres empresas anunciaron el desarrollo de cuero de laboratorio basado en colágeno fósil del dinosaurio, aunque científicos cuestionan la viabilidad real del proyecto y su autenticidad genética.


Un consorcio de startups biotecnológicas prometió fabricar el primer cuero vegano inspirado en el Tyrannosaurus rex, generando tanto expectación como escepticismo científico. The Organoid Company, Lab-Grown Leather y VML —esta última creadora de la polémica "albóndiga de mamut"— aseguraron que usaron secuencias de colágeno fósil del depredador prehistórico para diseñar un material de lujo sostenible. Sin embargo, expertos advierten que el ADN del dinosaurio, extinto hace 66 millones de años, no podría recuperarse intacto.


Entre la ciencia y la ficción


El proyecto se basa en un controvertido estudio de 2007 que afirmó extraer colágeno de un fósil de T. rex, aunque posteriores investigaciones sugirieron contaminación con proteínas modernas. "Reconstruiremos secuencias ancestrales comparándolas con aves actuales, como gallinas", explicó Thomas Mitchell de The Organoid Company, según reportó Science Alert. El proceso implicaría sintetizar fragmentos de colágeno e insertarlos en células modificadas para producir biomaterial.


Críticos como la paleogenetista Beth Shapiro señalaron que ni siquiera el colágeno más antiguo confirmado supera los 2 millones de años. "Es marketing disfrazado de ciencia: lo máximo que lograrán es una aproximación molecular", afirmó. Aun así, investigaciones recientes sugieren que trazas de proteínas podrían persistir hasta 200 millones de años en condiciones excepcionales.


Moda jurásica con impacto real


Más allá de la polémica, la iniciativa podría impulsar alternativas éticas al cuero animal. Según Lab-Grown Leather, su tecnología evitaría el sacrificio de 1.400 millones de animales anuales destinados a la industria del cuero. El "cuero de dinosaurio" se uniría así a biomateriales innovadores como el micelio de hongos o la piña, aunque con un reclamo comercial sin precedentes.


Mientras los inversores evalúan el potencial de este proyecto, la comunidad científica sigue dividida. Como resume el biólogo Carlos Vélez: "Si el resultado reduce el cuero animal, bienvenido sea, aunque no lleve ADN real de T. rex. Pero llamarlo así es, como mínimo, creativo". El primer prototipo se espera para 2025.