Cómo el cambio climático afecta nuestro cerebro: Michael Platt analiza sus hallazgos en Congreso Futuro 2025
La neurociencia revela que los desastres climáticos no solo dañan el entorno, sino también nuestras mentes y cuerpos.
El neurocientífico estadounidense Michael Platt ha investigado cómo el cambio climático impacta en nuestras decisiones y comportamientos sociales.
En una reciente charla, Platt enfatizó que “la conexión social es nuestro superpoder como especie”, destacando su papel en la adaptación y superación de crisis ambientales.
Los efectos del clima en el cerebro
Platt detalló los efectos directos e indirectos de los desastres climáticos en el cerebro humano. Por un lado, el calor extremo incrementa las visitas a urgencias psiquiátricas.
Por otro, los traumas derivados de huracanes, incendios o inundaciones provocan ansiedad, depresión y dificultades para regular emociones. “El calor es malo para el cerebro”, afirmó, respaldando sus palabras con datos de neurociencia.
Un caso emblemático es el huracán María, que devastó Puerto Rico en 2017. Su paso también afectó una población de macacos en una isla cercana, proporcionando un "laboratorio natural" para estudiar los impactos del trauma ambiental.
Platt encontró que estos monos envejecieron biológicamente dos años debido al desastre. “Los monos con más amigos tienen mayores probabilidades de sobrevivir”, señaló, subrayando la importancia del apoyo social.
Soluciones desde la neurociencia
Platt propone usar este conocimiento para reforzar la conexión social en humanos, sugiriendo que la colaboración y el sentido de comunidad son esenciales para enfrentar un futuro climático incierto. También llama a aprender de estrategias de marketing que fomentan la identidad colectiva, como las utilizadas por grandes marcas.
En un mundo cada vez más afectado por desastres naturales, Platt enfatiza: “Nuestra forma de avanzar es estar juntos”. Conectar con otros no solo mitiga el impacto emocional del cambio climático, sino que también fortalece nuestra resiliencia.