Desarrollan “espuma programable” que reacciona al calor y promete ahorrar hasta un 40% de energía de los hogares

Constanza Cabrera 19-12-2022
camping-gd6ec14954_1920.jpg

La característica especial de esta invento es su capacidad para actuar y aislar frente a las altas temperaturas. La espuma se expande bajo el calor, abriendo sus poros y cuando está más fresco, el material vuelve a su tamaño original.


La reducción del consumo de energía es esencial para muchos hogares. Los aparatos de aire acondicionado o de calefacción, aunque garantizan el confort interior de las habitaciones, sus costes de consumo son bastante elevados, lo que se ve reflejado en las cuentas de fin de mes.

Aún así ¿será posible ahorrar energía? Los investigadores del Fraunhofer Cluster of Excellence Programmable Materials (CPM), en Alemania, tienen la misión de romper este ciclo centrándose en el aislamiento programable del hogar, lo que podría reemplazar los sistemas de aire acondicionado en el futuro.

De eso se trata la “espuma programable”, como la llaman sus fabricantes, que promete adaptarse a las condiciones atmosféricas de los hogares.

¿Cómo funciona? El principio detrás de la investigación es que, cuando el sol cae fuerte y hace mucho calor, los elementos de espuma se expandirán, sellando así las ranuras de ventilación entre la pared del edificio y el revestimiento de pantalla de lluvia para evitar que el edificio se caliente.

Diagrama de la primera (A1), segunda (B1) y tercera generación (C1) del concepto de actuador de espuma: estados límite demostradores a temperatura más baja (A2, B2, C2) y a temperatura elevada (A3, B3, C3) .

Su característica especial es su capacidad para actuar a altas temperaturas. La espuma se expande bajo la acción del calor, abriendo sus poros y cuando está más fresco, el material vuelve a su tamaño original.

Lo que lo hace tan especial es que el proceso es reversible, es decir, la espuma puede abrir y cerrar sus poros una y otra vez. Por el contrario, las espumas con memoria de forma convencionales solo pueden cambiar su forma una vez.

“Aquí hay un enorme potencial, de esta manera se puede ahorrar hasta un 40% de la energía de enfriamiento”, aseguró en un comunicado la Dra. Susanne Lehmann-Brauns, investigadora principal. Además de su uso en el aislamiento de viviendas, el material alemán también puede funcionar con tuberías de calor.

Constanza Cabrera