Ciertos antibióticos, antivirales y vacunas ya existentes podrían ayudar a combatir la demencia, afirma estudio
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Científicos analizan antibióticos, antivirales y vacunas como posibles tratamientos para ralentizar la progresión de la enfermedad.
El número de personas con demencia en el mundo podría triplicarse para 2050, lo que supone un desafío crítico para los sistemas de salud. Ante el lento avance en el desarrollo de nuevos medicamentos, un grupo de expertos ha propuesto reutilizar fármacos ya aprobados para tratar otras enfermedades, lo que permitiría acelerar su disponibilidad para los pacientes.
El Dr. Ben Underwood, de la Universidad de Cambridge, enfatizó la urgencia de esta estrategia: "Si logramos identificar medicamentos ya aprobados, podremos probarlos en ensayos clínicos y hacerlos accesibles mucho más rápido que si desarrolláramos un fármaco desde cero".
Medicamentos con potencial
Un estudio de las universidades de Cambridge y Exeter analizó datos de 130 millones de personas y más de un millón de casos de demencia, explorando el impacto de distintos fármacos en el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Uno de los hallazgos más relevantes fue la posible relación entre el uso de antibióticos, antivirales y vacunas con un menor riesgo de demencia. Esta conexión refuerza la hipótesis de que infecciones virales o bacterianas podrían estar involucradas en el desarrollo de la enfermedad.
Además, según reportó The Guardian, los investigadores identificaron que los fármacos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, podrían ofrecer protección, ya que la inflamación es un factor clave en múltiples enfermedades neurodegenerativas.
El estudio, publicado en Alzheimer’s and Dementia, respalda la necesidad de ensayos clínicos adicionales para confirmar estas asociaciones. La Dra. Julia Dudley, de Alzheimer’s Research UK, advirtió que aún es demasiado pronto para afirmar que estos fármacos reducen el riesgo de demencia, aunque los hallazgos sugieren un camino prometedor.
Por su parte, el Dr. Richard Oakley, de la Alzheimer’s Society, destacó el impacto que podría tener esta estrategia: "Si reutilizamos medicamentos ya aprobados, podríamos ahorrar años de investigación y acercarnos más a una cura para la demencia".