Científicos revelan la cantidad exacta de carne que puedes comer sin dañar el planeta


Un estudio publicado en Nature Food establece un consumo semanal máximo de carne para equilibrar salud y sostenibilidad, mientras descarta la carne roja como opción viable.
Dos pechugas de pollo por semana. Ese es el límite que un equipo de científicos ambientales de la Universidad Técnica de Dinamarca propone como consumo ideal de carne blanca para proteger tanto la salud como el planeta. Según el estudio, 255 gramos semanales de pollo o cerdo representan el punto medio entre nutrición y sostenibilidad, una cifra hasta seis veces menor que el consumo promedio en Europa y EE.UU.
"La carne roja no cabe en una dieta sostenible", sentencia Caroline Gebara, autora principal de la investigación, según reporta Science Alert. La ganadería bovina —responsable de grandes emisiones de metano y deforestación— supera los límites ambientales incluso en cantidades moderadas. En contraste, carnes blancas, huevos, pescado y lácteos como el queso sí pueden integrarse si el resto de la dieta compensa su impacto.
Un modelo para alimentar a un planeta en crisis
El estudio, publicado en Nature Food, cruzó 32 requisitos nutricionales con los límites planetarios para calcular dietas viables. Aunque el modelo simplifica realidades culturales y geográficas —se basa en datos de países ricos—, su mensaje es claro: reducir la carne es urgente.
"Si elimináramos la ganadería actual, los gases de efecto invernadero se estabilizarían por 30 años", señala Gebara. Aunque improbable, este escenario subraya el peso ecológico de la industria. El transporte, procesamiento y crianza de animales consumen recursos críticos, mientras alternativas como proteínas vegetales ganan terreno.
Los autores reconocen obstáculos: accesibilidad, costos y tradiciones requieren políticas públicas. Pero insisten en que el cambio es posible sin sacrificar nutrientes. "No es blanco o negro —afirma Gebara—. Puedes comer queso o huevos si equilibras el resto".
Mientras la crisis climática avanza, esta guía ofrece un menú para el futuro: menos carne, más conciencia y un planeta que aguante el ritmo.