Científicos extraen proteínas de 24 millones de años de un fósil de rinoceronte, el registro más antiguo hasta ahora

Imagen
José Ferrada 17-07-2025

El revolucionario hallazgo en un diente ártico abre nuevas posibilidades para estudiar la evolución de especies extintas, incluyendo potencialmente dinosaurios.


(CNN) - Un equipo internacional de científicos recuperó las secuencias de proteínas más antiguas jamás identificadas de un diente fosilizado de rinoceronte encontrado en el Ártico canadiense. Con 24 millones de años de antigüedad, estas biomoléculas superaron por diez veces la edad del ADN más antiguo conocido, marcando un hito en el campo emergente de la paleoproteómica.


El esmalte dental, una cápsula del tiempo molecular


El estudio, publicado en Nature, reveló que el esmalte dental actuó como una "bóveda molecular" que preservó siete proteínas intactas. "El esmalte es tan resistente que protegió estas proteínas a través de escalas de tiempo geológicas", explicó Ryan Sinclair Paterson, líder de la investigación de la Universidad de Copenhague.


El análisis permitió ubicar al rinoceronte extinto en el árbol evolutivo, confirmando que se separó de los linajes modernos hace entre 41 y 25 millones de años.


Un segundo estudio paralelo, también en Nature, recuperó proteínas de fósiles en Kenia de hasta 18 millones de años, desafiando la creencia de que solo los climas fríos podían preservar estas moléculas. "Si funcionó en los trópicos, podríamos encontrar proteínas en fósiles aún más antiguos", señaló Timothy Cleland del Instituto Smithsoniano.


Escepticismo y esperanza en la comunidad científica


Aunque expertos como Maarten Dhaenens (Universidad de Gante) calificaron los hallazgos canadienses como "sólidos", cuestionaron la metodología usada en los fósiles africanos. Evan Saitta del Field Museum consideró "sorprendente" la preservación en climas cálidos, pero advirtió que los resultados necesitaban replicación.


El descubrimiento reavivó el debate sobre los límites temporales de la paleoproteómica. Matthew Collins de Cambridge, quien intentó sin éxito extraer proteínas de dinosaurios, manifestó cautela: "Es emocionante, pero he tenido muchas decepciones".


No obstante, los investigadores canadienses se mostraron optimistas: "Algunos sitios podrían preservar proteínas de dinosaurios", afirmó Paterson, aunque aclaró que primero explorarán cómo los mamíferos dominaron el planeta post-extinción.