Científicos descubren que nuestras células inmunes tienen un "reloj de luz" interno

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José Ferrada 27-05-2025

Un estudio con peces cebra reveló que los neutrófilos combaten infecciones con mayor eficacia durante el día, lo que podría revolucionar el tratamiento de enfermedades inflamatorias.


El sistema inmunológico humano guardaba un secreto cronometrado: sus células más importantes para combatir infecciones bacterianas funcionan mejor durante el día. Investigadores de la Universidad de Auckland descubrieron este mecanismo al estudiar neutrófilos —los glóbulos blancos que actúan como primera línea de defensa— en peces cebra, cuyos cuerpos transparentes permitieron observar el proceso en tiempo real.


El hallazgo, publicado en Science Immunology, demostró que los neutrófilos poseen un reloj circadiano interno sensible a la luz que regula su capacidad para eliminar patógenos. Cuando los científicos desactivaron este mecanismo genéticamente, las células perdieron su ventaja diurna. "Es como si tuvieran un interruptor que se enciende con la luz del día", explicó Chris Hall, académico que analizó el estudio realizado por estudiantes de la Universidad de Auckland a través de The Conversation.


La conexión entre sueño e inmunidad


La investigación surgió al notar que los peces cebra —que comparten el 70% de sus genes con humanos— respondían mejor a infecciones durante sus horas activas. Los neutrófilos diurnos mostraron una eficacia un 30% mayor en destruir bacterias que sus contrapartes nocturnas. Este patrón coincidió con observaciones previas sobre cómo el jet lag social y los turnos nocturnos debilitan las defensas inmunológicas.


El equipo ahora investiga si este mecanismo aplica también contra virus y si los neutrófilos humanos operan bajo la misma lógica. De confirmarse, podrían desarrollarse terapias que sincronicen los ritmos circadianos de estas células para mejorar tratamientos contra enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.


Mientras tanto, el estudio reforzó una recomendación simple pero poderosa: mantener horarios regulares de sueño y exposición a la luz natural fortalece nuestro sistema inmunológico. Para los millones que trabajan en turnos nocturnos o sufren de jet lag social, este descubrimiento subraya el costo oculto de vivir desincronizados con el reloj biológico.