Científicos descubren cómo las serpientes digieren completamente los huesos de sus presas

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José Ferrada 09-07-2025

Un estudio reveló la existencia de células intestinales especializadas en pitones que permiten procesar el calcio y fósforo de los esqueletos sin sobrecargar su organismo.


Las serpientes poseen una habilidad única en el reino animal: digerir por completo los huesos de sus presas sin regurgitarlos. Un equipo de científicos franceses descubrió el mecanismo detrás de esta asombrosa capacidad al identificar un tipo de célula intestinal especializada en pitones birmanas (Python molurus bivittatus), según publicó la revista Journal of Experimental Biology.


El secreto está en los intestinos


Mediante microscopía avanzada, los investigadores observaron que estas serpientes desarrollan "células de cripta apical" únicas en su epitelio intestinal después de alimentarse. "Estas estructuras capturan el exceso de calcio y fósforo de los huesos disueltos, formando partículas minerales que el cuerpo luego elimina", explicó Jehan-Hervé Lignot, biólogo de la Universidad de Montpellier y autor principal del estudio, según reportó Science Alert.


El hallazgo resuelve un enigma fisiológico: cómo las serpientes evitan la sobrecarga de minerales al consumir esqueletos enteros. Experimentos demostraron que pitones alimentadas con presas sin huesos desarrollaron deficiencias de calcio, mientras que aquellas que ingirieron ratas completas no mostraron rastros óseos en sus heces.


Un rasgo compartido entre reptiles


Datos preliminares indican que otras seis especies de serpientes —incluidas boas y anacondas— e incluso el lagarto monstruo de Gila poseen células similares. Esto sugiere que el mecanismo podría ser una adaptación evolutiva antigua entre reptiles que consumen presas enteras.


Los investigadores ahora buscan confirmar si depredadores marinos y aves como el quebrantahuesos —que se alimenta principalmente de esqueletos— desarrollaron soluciones análogas. "Estos animales enfrentan el mismo desafío fisiológico", señaló Lignot. El descubrimiento no solo revela un secreto de la naturaleza, sino que podría inspirar nuevas investigaciones sobre metabolismo mineral en otras especies.