Científicos descubren cómo la babosa "lechuza" roba superpoderes fotosintéticos a las algas

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José Ferrada 26-06-2025

Un estudio de Harvard revela el sofisticado mecanismo que permite a este molusco marino integrar cloroplastos de algas en su propio cuerpo para obtener energía solar.


La babosa de mar Elysia crispata, conocida como "lechuga" por su apariencia, desarrolló una estrategia única para sobrevivir: roba los orgánulos fotosintéticos de las algas que consume y los usa como paneles solares en su propio cuerpo. Investigadores de Harvard descubrieron que este molusco no digiere los cloroplastos, sino que los almacena en estructuras especializadas llamadas cleptosomas, donde permanecen funcionales durante semanas.


Un sistema de reciclaje biológico


El estudio, publicado en Cell, demostró que los cloroplastos robados no solo siguen produciendo proteínas de las algas, sino que también incorporan proteínas de la babosa, lo que sugiere que el animal activamente mantiene vivos estos orgánulos. "Es como si la babosa hubiera desarrollado su propia tecnología de energía renovable", explicó Corey Allard, autor principal, según reportó Science Alert.


El color de estas babosas —verde cuando están bien alimentadas, anaranjado en ayunas— revela su estado: al quedarse sin alimento, digieren los cloroplastos como reserva energética. Los científicos creen que este mecanismo podría servir también para camuflaje o defensa química contra depredadores.


Implicaciones evolutivas


Este hallazgo ayuda a comprender cómo algunos organismos adquieren capacidades de otras especies, un proceso que podría explicar el origen de orgánulos como las mitocondrias en células animales.