Científicos desacreditan informe climático de Trump por "graves errores" y falta de rigor

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José Ferrada 11-08-2025

Expertos globales preparan una respuesta detallada al cuestionado informe del DOE, denunciando omisiones, tergiversaciones y su uso para debilitar regulaciones ambientales.


(CNN) - Decenas de destacados científicos climáticos iniciaron una contraofensiva coordinada contra un polémico informe de la administración Trump que minimizó la severidad del cambio climático. El documento, publicado la semana pasada para justificar desregulaciones en sectores contaminantes, fue obra de cinco investigadores con historial en cuestionar impactos climáticos. Los expertos, autores o revisores de cientos de estudios reconocidos, afirmaron que el informe distorsiona la ciencia establecida.


Andy Dessler, director del Centro de Clima Extremo de Texas A&M y coordinador de la respuesta, explicó que su equipo revisó el informe "sección por sección" para corregir "los errores y las cosas que omitieron". "No es una representación válida de la ciencia del cambio climático, y queremos dejar eso claro", enfatizó Dessler. Su objetivo fue asegurar que "toda la ciencia esté en el registro público".


Un proceso cuestionado


El contraste entre el informe gubernamental y los estándares científicos resultó evidente. Mientras las Evaluaciones Nacionales del Clima requieren años de investigación y múltiples revisiones por pares, el informe del Departamento de Energía (DOE), sin revisión independiente, se completó en apenas dos meses. Un científico federal anónimo lo calificó de "basura" que reciclaba "debates falsos" superados hace años: "Es como si alguien tomara toda la mierda de hace 10 años, no la refrigerara y ahora la regurgitara".


Kim Cobb, del Instituto de Medio Ambiente de Brown, calificó como "marcador histórico sombrío" que la administración ocultara evaluaciones científicas de referencia mientras difundía un documento "lleno de tergiversaciones". Paralelamente, la Academia Nacional de Ciencias anunció una revisión urgente de hallazgos climáticos desde 2009, año de la "determinación de peligro" que fundamenta regulaciones clave.


La EPA de Trump usó el informe para argumentar la anulación de esa determinación, señalando que escenarios catastróficos eran ahora menos probables. Zeke Hausfather, climatólogo cuyo trabajo malinterpretó el informe, criticó este "razonamiento circular": "Es como si la administración Trump dijera: 'Nos dirigimos hacia un futuro un poco menos grave... así que podemos eliminar políticas climáticas existentes'". Precisó que esos escenarios extremos se atenúan gracias a políticas globales, pero advirtió: "Un mundo con 3 grados para 2100 será un mundo con enormes daños climáticos".


El secretario de Energía, Chris Wright, defendió el informe y a sus autores —John Christy, Roy Spencer, Steven Koonin, Judith Curry y Ross McKitrick—, seleccionados personalmente por considerarlos "verdaderos científicos honestos". Dessler concluyó que la comunidad científica manifestó indignación por la distorsión de su trabajo: "Hemos dedicado nuestras vidas a hacer buena ciencia, y la mala ciencia es ofensiva".