Vivir cerca de los árboles puede prevenir el daño vascular por contaminación
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Investigadores de la Universidad de Louisville, en Estados Unidos, mediante un estudio demostraron que vivir cerca de una abundante vegetación puede contrarrestrar los efectos negativos de la contaminación del aire en la salud de los vasos sanguíneos.
Un nuevo estudio dirigido por Aruni Bhatnagar, profesora de medicina y directora del Instituto Ambiental Christina Lee Brown de la Universidad de Louisville, en Estados Unidos, observaron la relación entre la salud vascular, los espacios verdes y la contaminación del aire.
Estudiaron la rigidez arterial de voluntarios adultos con afecciones concurrentes como obesidad, presión arterial alta, diabetes y colesterol alto, ubicados en la categoría riesgo moderado a grave por desarrollo de enfermedades cardiacas.
“Por lo tanto, una forma de prevenir los efectos nocivos para la salud de la contaminación del aire puede ser hacer que los vecindarios sean más ecológicos”, detalló Bhatnagar.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista American Journal of Physiology-Heart y Circulatory Physiology. Utilizaron direcciones residenciales de los voluntarios, los datos del Servicio Geológico de EE.UU. y las estaciones de monitoreo de la Agencia de Protección Ambiental Local.
El equipo analizó los factores ambientales donde vivían los voluntarios, incluyendo:
- El indice de vegetación, cantidad y variación de los niveles de versos dentro de un radio de 200 metros y 1 km alrededor de cada casa.
- El material particulado en el aire, diminutas partículas tóxicas invisibles a simple vista.
- Los niveles de ozono, gas tóxico incoloro y significativamente contaminante del aire.
Los investigadores encontraron que los los efectos de las áreas verdes en la función hemodinámica son en gran medida independientes del nivel de actividad física, el consumo de tabaco o los ingresos económicos.
“Estos hallazgos indican que vivir en áreas verdes puede ser propicio para la salud vascular y que los efectos favorables de las áreas verdes pueden atribuirse, en parte, a la exposición atenuada a contaminantes del aire como materia particulada y ozono”, comentó Daniel Rigss, co-autor del estudio.