Hambrientos de compañía: La soledad y el hambre activan la misma parte del cerebro

Futuro 360 26-11-2020
depression-84404_1280.jpg

Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts revelaron que los seres humanos anhelan el contacto social al igual que una persona hambrienta desea la comida. Esto se ajusta a la idea de que las interacciones sociales constituirían un tipo de necesidad humana básica.


El COVID-19 ha obligado a muchas personas a recluirse en sus hogares, limitando las interacciones con sus seres queridos al mínimo para evitar los contagios. La crisis actual a causado que más de alguno o alguna se sienta más solo que nunca.

Una nueva investigación sugiere que los seres humanos anhelan el contacto social al igual que una persona hambrienta desea la comida. Expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) revelaron que el hambre y la soledad activan la actividad de nuestro cerebro de forma similar.

Para llegar a esta conclusión, el equipo investigativo sometió a un grupo de 40 voluntarios a un ayuno de 10 horas, mientras que en otra sesión las aislaron socialmente. Luego, se les mostraron imágenes de comida y de personas riendo juntas, según cada caso.

Tras escanear sus actividades cerebrales usando una máquina de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), descubrieron que las respuestas neurológicas de los participantes a ambas situaciones fueron parecidas.

Nuestro hallazgo se ajusta a la idea intuitiva de que las interacciones sociales positivas son una necesidad humana básica, y la soledad aguda es un estado aversivo que motiva a las personas a reparar lo que falta, similar al hambre”, sostuvo en un comunicado la autora principal del estudio, Rebecca Saxe,

Asimismo, la investigación develó que quienes señalaron tener una vida social más activa respondieron más severamente al aislamiento que los voluntarios más acostumbrados a estar solos o solas.

Los expertos ahora quieren estudiar los efectos que el confinamiento provocó en las personas. “El bloqueo actual pone de relieve una situación que ha sido problemática durante varios años: El número de personas que se sienten solas está aumentando en las sociedades modernas de todo el mundo“, señaló a Inverse, Livia Tomova, coautora de la investigación.

Los resultados completos fueron publicados en la revista científica Nature Neuroscience.