Expertos descubren que la saliva del gusano de la cera contiene enzimas capaces de degradar el plástico

Futuro 360 26-05-2022
ccesar_hernandez_csic_gusanos_plastico_3-e1653572973129.jpg

Los científicos españoles señalaron que este elemento podría ser utilizado en el tratamiento o reciclaje de residuos plásticos. Federica Bertocchini, líder del estudio, explicó que “las enzimas de la saliva del gusano de la cera oxidan el plástico. Así, permiten superar el cuello de botella de la degradación del plástico y acelerar su descomposición”.


El plástico es un problema a nivel mundial. Sin embargo, un grupo de científicos españoles encontró una potencial solución para este desafío: la saliva de los gusanos.

Investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubrieron que la saliva del gusano de la cera degrada el plástico, lo que tendría variadas aplicaciones en el tratamiento o reciclaje de residuos plásticos.

En 2017, el equipo detectó que esta especie de gusano es capaz de descomponer el plástico. Ahora, descubrieron cómo lo hace:su saliva posee enzimas que inician la degradación del polietileno en poco tiempo y a temperatura ambiente.

Federica Bertocchini, investigadora del CSIC y líder del estudio, detalló que estas enzimas son las primeras y únicas que se conocen capaces de degradar el plástico polietileno sin pre-tratamiento.

La experta explicó que “para degradar el plástico es necesario que el oxígeno penetre en el polímero. Este primer paso de oxidación, que normalmente es resultado de la exposición a la luz solar o a altas temperaturas, es un cuello de botella que ralentiza la degradación de plásticos como el polietileno (…) Por eso, en condiciones ambientales normales, el plástico tarda meses o años en degradarse”.

“Ahora hemos descubierto que las enzimas de la saliva del gusano de la cera realizan este paso crucial: oxidan el plástico. Así, permiten superar el cuello de botella de la degradación del plástico y acelerar su descomposición”, agregó la investigadora.

Bertocchini sostuvo que la enzima Demetra mostraba un efecto importante sobre el polietileno, dejando “marcas visibles a simple vista en la superficie del plástico. Este efecto también quedó confirmado por la aparición de productos de la degradación formados tras la exposición del polietileno a esta enzima”.

Los resultados del trabajo, pendiente de revisión, se publicaron en preprint en el repositorio BioRxiv.