Piden investigar las mutaciones del COVID-19: Podrían hacer que las vacunas sean inútiles
Un panel de expertos del coronavirus de Inglaterra aseguró que quiere investigar las cepas que se deshagan de la infame “proteína espina”, las cuales podrían necesitar tratamientos inmunes mucho más intensos.
Científicos están incrementando la vigilancia de nuevas mutaciones del coronavirus en medio de preocupaciones sobre futuras cepas del virus que pudieran esquivar los futuros tratamientos y vacunas en contra del COVID-19.
No hay evidencia de que las mutaciones vistas hasta ahora podrían evadir a los medicamentos que se están desarrollando, pero análisis genéticos de las cepas circulantes sugieren que variantes parcialmente resistentes podrían surgir y propagarse entre los humanos.
En un paper realizado por un comité de expertos sobre el coronavirus de Inglaterra, se asegura que un gran número de mutaciones se han desecho de la crucial proteína espina.
Esto podría transformarse en un problema, ya que muchas vacunas se están enfocando en crear una inmunidad en contra del coronavirus, si este se deshace de su esencial espina, podría cambiar completamente la composición del virus.
“Cualquier cosa que afecte la proteína espina podría potencialmente cambiar cómo funciona la respuesta la inmunidad natural o la inducida por vacunas”, dijo Jeffrey Barret, genetista miembro del consejo contra el COVID-19 para The Guardian.
El SARS-CoV-2 es relativamente estable, genéticamente hablando. Aún así, ha mutado lentamente creando una multitud de linajes que los genetistas pueden usar para trazar al virus alrededor del mundo y de brote en brote.
En ocasiones, algunos linajes mutaran sus proteínas espina en un proceso conocido como “cambio antigénico”. Muchos de estas cepas hacen que el virus sea menos efectivo al momento de propagarse, pero más peligros al momento de infectar.
De hecho, científicos identificaron una mutación de la cepa llamada N439K que se deshizo de la espina y que se propagó por Europa. Esta en particular ha demostrado ser resistente a una mayor variedad de anticuerpos.
La iniciativa busca seguir el desarrollo común de los medicamentos inyectables, ya que, a pesar de que sea poco probable de que una vacuna quede inútil a causa de una mutación, las firmas farmacéuticas deberán ir actualizando los medicamentos en contra del COVID-19, una vez que los brotes estén bajo control.